36. Imprevisto.

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Alison Campbell.

Volver a ver a Angélica me resulta extraño y sorprendente. Lo primero que hace cuando entra es abrazar a su hijo y decir palabras sin sentido, cosa que me alerta y cuando noto el vendaje que se ve debajo de su camisa lo entiendo todo.

—Angélica, estás sangrando. —exclamo angustiada, logrando que Liam note la herida también.

Liam sostiene a su madre y la guía con cuidado hacía el sofá, acción que aprovecho para correr a las habitaciones y cambiarme de ropa antes de tomar el botiquín de primeros auxilios y acudir inmediatamente a Angélica.

Instintivamente, me arrodillo frente al sofá y comienzo a quitarle el vendaje que cubre el abdomen de Angélica, viendo la herida superficial que tiene. Así que antes de comenzar a limpiar y desinfectar, le doy una pastilla para el dolor.

Me concentro en limpiar la herida y detener la sangre escandalosa. No lograron enterrar bien la cuchilla y eso la salvó.

De un momento a otro, Liam camina rápidamente y con enojo hacía la puerta, cerrándola de golpe. Mi cuerpo se estremece de miedo y miro a Angélica en busca de lo que está pasando.

—Necesita respirar, ya vendrá —dice, mirando su herida—. ¿Es superficial? —habla débilmente.

—Sí, yo creo que con reposo y cuidados estarás bien. Fue solo la sangre escandalosa. —sonrió mientras le coloco un nuevo vendaje y la ayudo a acomodarse en el sofá.

Con cansancio, busco algo de comida en la cocina y se lo doy a Angélica para que recupere fuerzas. Ella no duda en comer, manteniendo la misma pose el sofá, así que yo aprovecho eso para sentarme un momento y respirar profundamente.

—¿Cómo has estado linda? —pregunta pacientemente.

—Siendo honesta, no muy bien. Me he estado sintiendo mal últimamente y después de lo que pasó hoy y encontrar a Tyler y descubrir sus planes con mis padres, me preocupé aún más. —confieso.

—Perdóname por involucrarte en todo esto.

—No es tu culpa, si me hubiera quedado, las cosas hubieran sido peor. Solo intento decirte que me siento mal por Liam y por todos.

—¿Por Liam?

—Sí, en este mes él ha sido sincero, me ha contado cosas de él a su manera y me ha ayudado mucho. En cambio yo solo he intentado saber cuál Harris es su esperanza y le he mentido en muchas cosas para que no conozca tu secreto.

Angélica se sienta con gran dificultad y se acerca un poco a mi para pasar una de sus manos por encima del hombro.

—No te sientas mal, le estamos ocultando cosas por su bien. Confía en mí. —me abraza, quejándose un poco.

—Regresaron sus voces, Angélica. No habían regresado en mucho tiempo. —le informo en voz baja.

—¿Desde hace cuánto no habían vuelto?

—No sé, no habían aparecido desde que vivimos juntos, pero hoy cuando volvieron lo vi muy mal. —lágrimas corren por mis mejillas.

—No, no llores bonita —trata de secarme las lágrimas—. Todo estará bien.

—No está, tengo miedo por todos; por Tyler, por mi padre, por Liam. No quiero que les pase nada, siento que no soy suficiente. —pongo mis manos en mi frente.

—Sí lo eres, Alison. Yo he sido testigo de todo lo que has pasado y mírate; continúas de pie sin importar lo que te han atacado, usado, humillado y maltratado. Eres muy valiente, has sido el sustento de Liam y eso es algo que admiro de ti.

IAN - [Todos tienen su lado oscuro] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora