19. Reunión familiar.

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Liam Connor.

El contacto con Angélica es agradable para mí y se supone que no debo sentir esto por ella. Angélica no se merece tener un hijo como yo, por mi culpa lo perdimos todo. Ella es demasiado noble, pudo perdonar mis acciones y eso no tiene precio. Por eso mismo la quise mantener bien, y la única forma fue; mantenerla alejada de su perdición, es decir, de mí.

La manera en la que me habla me trae recuerdos de mi infancia, esa maldita infancia, en la que ella deseaba que yo pudiera ser como todos los demás. Cosa que nunca sucedió. Cada intento fue una pérdida total de tiempo, dañé todo lo que ella estaba tratando de hacer por mí, siempre lo hago.

—Estoy harto. —susurro, manteniendo la mirada fija en el cadáver.

—Ay mi pequeño, ¿y si conseguimos ayuda? —propone mientras me abraza aún más.

—No con esa maldita idea otra vez, ¿a quién más debería ver? Ya he pasado por médicos, psicólogos y psiquiatras, y nada, ¡maldita sea!, nada funciona.

—Todavía nos queda algo —sonríe— he habl...

—Aww, que lindos —una voz gruesa interrumpe nuestra conversión y la reconozco perfectamente <<Corwin>> —la bolsa de basura y la basura se unen de nuevo. —aplaude con descaro.

Al escuchar su comentario, giro para mirarlo con molestia.

—Madre e hijo, juntos para siempre. —la parejita de mellizos hablan a coro, detrás de él.

<< Mis hermosos primos >>

Al verlos, no dudo en levantarme con unas malditas ganas de matarlos, son las segunda peor cosa que me ha pasado en la vida. Al apretar la daga, me siento más que listo para finalmente acabar con ellos.

—Atrévete —dice Corwin, y los tres sacan una pistola de su cintura—. Hazlo. —los cañones de las armas apuntan a Angélica.

Inmediatamente, detengo mis pasos e intento controlar mi cuerpo y mente, lo cual me resulta fácil porque las voces no tiene el control.

—¿Cómo supiste que estaba aquí? —pregunto molesto.

—Ay primito, nosotros nunca nos perdemos nada. Vimos cuando saliste y luego Angélica. —Wyatt responde a mi pregunta.

—Sí, los Harris siempre sabemos cómo encontrarnos. —secunda Amber.

—Me alegra escuchar eso, pero no les pregunté nada a ustedes dos, ¿qué diablos quieres? —pregunto, pero esta vez miro a Corwin exigiendo una puta respuesta.

—Vamos a tener una pequeña reunión familiar, querido sobrino...

•••

Estar frente a la Masion Harris, sé me hace algo molesto y estresante. Tantos años sin querer ver esta estructura y ahora me traen sin mi consentimiento y atado de las manos. Maldito y mil veces, maldito Corwin.

En todo momento, Crowin ha estado a mi lado comprobando que no me escape. Qué falta de confianza tan grande, no parecemos familia.

Al dar unos pasos, Wyatt de chupa botas como siempre, abre la puerta empujándome como si fuera un animal. Cuando entro veo las mismas mierdas de siempre, solo fotos de la hermosa familia de tres y las figuras decorativas de oro en forma de animales.

—Parece que vender marihuana genera mucho dinero. —comenta Angélica, quien está a mi derecha.

Ella, a comparación mía, no está atada. Estas ratas saben que el mayor peligro soy yo y que ella no podría hacer nada en su contra.

IAN - [Todos tienen su lado oscuro] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora