43. Poca tranquilidad.

668 62 114
                                    

Alison Campbell.

Abro los ojos lentamente, sintiendo el pecho de Liam debajo de mi cabeza. Cuando miro hacia arriba lo veo durmiendo plácidamente. Anoche estuvo muy mal emocionalmente y creo que hablar le ayudó un poco, aunque esa conversación me hizo sentir un vacío horrible. Debo enfatizar que tiene razón en algo; una persona no cambia de la noche a la mañana y él no se siente capaz de seguir así, así que no le voy a discutir.

Deseo con todas mis fuerzas que todo esto sea diferente, pero debo aceptar mi realidad, ya la he aceptado estos días y debo seguir haciéndolo.

Me distraigo de mis pensamientos cuando mis ojos recorren el cuerpo de Liam. Una de mis manos comienza a masajear su pecho por encima de la camiseta y mi mente vuela al ver que una parte de su camiseta se levanta y me permite ver su piel, así que dudo en meter la mano y pasar de su pecho a su ombligo lentamente.

Una de sus manos se posiciona en mi trasero de una manera sorpresiva que me hace temblar. Al levantar la mirada, puedo observar la sonrisa que se forma en su rostro aún con los ojos cerrados.

—¿Qué estás haciendo, niñita millonaria? —su voz ronca me hace estremecer y siento que mi entrepierna se moja—. Siento que algo late y no es tu corazón. —su comentario me hace sonrojar al tiempo que enciende todo mi cuerpo.

Lentamente me levanto de su pecho y me arrodillo, sentándome en la cama para permanecer en su campo de visión cuando abre los ojos y comienzo a levantarme la camisa hasta dejar mis pechos a la vista. Liam sonríe con picardía mientras se sienta a mi altura.

Su boca hace contacto con uno de mis pechos y lentamente pasa su lengua por uno de estos, así que yo dirijo mi mano a sus pantalones, soltando el botón y bajando la cremallera, exponiendo su bóxer gris.

—¿Cómo se siente, Sr. Connor?, ¿Puedo ayudarlo con algo? —le pregunto en broma mientras sigue jugando con mis pechos.

—Dame un poco de tranquilidad, señorita Campbell. Necesito olvidar mi dramatismo. —habla, subiendo por mi cuello hasta mi boca y besándome agresiva y desesperadamente.

Con mis manos, levanto su camisa y revelo su abdomen bien definido mientras repaso su cuerpo nuevamente, lo que me excita aún más. << Esto es todo lo que llevo meses comiendo, que rico >>

Liam pasa su mano por el elástico de mi pijama e ingresa por este hasta que sus dedos hacen contacto con mi humedad, lo que lo hace sonreír.

—Así me gusta, Alison —me penetra con uno de sus dedos y jadeo—. Siempre lista.

En un movimiento rápido, me acuesta en la cama, quedando sobre mi cuerpo y comienza a besarme, bajando por mi cuello, pechos, vientre y se detiene justo en mi cadera; para luego, bajar mis pantalones cortos junto a mi ropa interior. Quedo completamente expuesta ante él, sin sentir vergüenza alguna. De hecho, quiero que me haga todo lo que hemos evitado en estas semanas.

Liam abre mis piernas y mira fijamente mi entrepierna por un momento, acción que me causa vergüenza, pero me las arreglo para evitarlo.

—Liam... —hablo con excitación.

Liam no habla, solo baja su bóxer, dejándome mirar de cerca su miembro el cual tiene las venas marcadas, haciéndome morder mi labio inferior por semejante escena. Lentamente vuelve a posicionarse sobre mi cuerpo y frota su erección contra mi entrepierna, de arriba a abajo sin penetrar.

—Tócate. —ni siquiera puedo entender lo que estoy pidiendo.

—¿Qué?

—Tócate como ese día en la llamada, quiero ver. —le ruego y él se aparta un poco, sonriendo con una ceja levantada.

IAN - [Todos tienen su lado oscuro] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora