8. Ella.

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Liam Connor

—¿Sra. Dixon?

Al escuchar ese apellido, me congelé. No puede ser. Me vuelvo y veo que el Sr. Murphy y el Sr. Campbell están saludando a una mujer vestida de negro. No puedo ver su cara porque sus jafas negras y su sombrero me lo impiden, pero siento que es...

~el pasado regresa~

~siempre vuelve~

<< no >> debe ser otra mujer, no puede ser ella.

El Sr. Campbell me presenta a esa mujer y su voz me trae recuerdos. Es ella, sí es ella.

~pequeño demonio~

La mujer se pone nerviosa, sabe que soy yo. Cuando se aleja, se quita las gafas y el sombrero; Sus ojos azules solo me traen recuerdos oscuros y la forma en que me mira me hace sentir presión. La ignoro y salgo del cementerio lo más rápido posible sin decir nada, no puedo soportar verla.

Estando en mi auto, presiono mis manos contra el volante. Se supone que esto no debe estar sucediendo, me lo prometieron. Era la única condición. Tomo mi celular y le marco al idiota de Eliot, quien me responde rápido.

—¿Por qué está ella aquí? Se suponía que no se volvería a cruzar en mi vida.

—¿Qué? ¿De qué diablos estás hablando?

—Tú sabes de quién estoy hablando. Se supone que ella debe pensar que estoy muerto.

Debe haber un error, no puede ser. ¿Estás seguro de que es ella?

—Si no estuviera seguro, crees que te llamaría —trato de mantener la calma—. Son unos inútiles.

Pero...

—¡Cállate! Estoy harto de ustedes. Adios. —cuelgo la llamada.

Sé que con esta advertencia Eliot le debe advertir a Corwin de la situación y él debe hacer algo por su propio bien.

No puedo permitir que mi vida se salga de control, no de nuevo.

Conduzco a casa, entro en mi habitación y busco en las cajas la carpeta de mi vida. En esta hay hojas sobre mi vida, hojas que debería haber quemado pero preferí conservar. Tomo la foto que atormenta mi existencia y confirmo que es ella. Por supuesto que es. Nunca olvido a nadie.

~es tu culpa~

~terminaste con todo~

—¡Cállense! —digo una y otra vez.

~el mundo arde por ti~

Las voces se ríen en mi cabeza y no puedo dejar que sigan jugando conmigo.

~solo nos tienes a nosotros Ian~

—No. —respiro hondo y me siento en la cama.

Durante años luché por tener el control, no lo logré pero ya no pierdo el control por completo. No quiero volver a esos años en los que me volví loco, no quiero volver a ser el niño del que todos hablaban, no quiero volver a ser el niño que lloraba desesperado por las voces. No quiero volver a ser Ian.

~no puedes evitar ser quien eres ... Ian~

Me acuesto en la cama y trato de dormir, esa es la única forma de no sentir.

•••

Estando en la sala de reuniones trato de parecer feliz y hacer amistad con todos; lo cual es simple, solo tengo que reírme de sus chistes malos y hablar de cosas aburridas. Qué aburrida es la vida de estas personas, solo conocen de moda y negocios.

IAN - [Todos tienen su lado oscuro] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora