IAN - [Todos tienen su lado oscuro]

46. Decisión.

Liam Connor. 

Soy incapaz de procesar lo que pasó, me he pasado horas y horas pensando y no, maldita sea, no es posible. Corwin por muy maldito que sea tiene preferencias por Benjamín. Aunque ... saber que Sky es una Petrova podría haber cambiado todo al instante.

~si debe morir~

~morirá~

Angélica se ofreció a acompañar a Alison al hospital y no me interpuse. No tengo ánimo para ir a aguantar a los extraños y aún menos a las voces que están volviendo poco a poco, ya sin medicinas para mantener la calma.

En la sala de estar de la casa se encuentra Eliot, quien está sentado en el sofá, mirando al suelo mientras las lágrimas corren por sus mejillas.

—Papi no llores —le habla Ivy, quien está sentada a su lado con su hermana en su regazo—. Angélica dijo que el tío Benjamín y Sky están en un lugar mejor. —ella lo abraza y se aferra a su brazo para calmarlo.

Sutilmente, me acerco a ellos y me siento en un mueble. Sé que Eliot está sufriendo, pero debo saber algo.

—¿Estás seguro de su muerte? —pregunto de repente.

Eliot asiente sin levantar la cabeza.

—Sky estaba gritando "papá" una y otra vez mientras Petya gritaba "Daimon" —hace una pausa—. Luego se escuchó un disparo y los gritos de ambas confirmaron mis sospechas, los siguientes dos disparos hicieron que todo se quedara en silencio... —comenta antes de levantar su cabeza—. Primero el abuelo, luego el tío Adam y mis primos, recientemente el tío Mark, ahora mi hermano y mi sobrina. Y no se sabe nada de los mellizos. Solo faltamos nosotros.

No digo nada ante su comentario, sino que mantengo la mirada fija en la pared. <<solo faltamos nosotros>> Corwin nos está rematando uno a uno y sé bien que Eliot no es su fichaje clave, soy yo.

—Liam —Eliot llama mi atención—, me voy. No me siento capaz de seguir y tengo que pensar en mis hijas. Contra mi padre no podremos.

—Hazlo, no te detendré. De hecho, es lo mejor.

—Gracias —se pone de pie—. ¿Y tú?

—¿Yo qué?

—Vas a tener un hijo, que estará en peligro si se sabe de su existencia. ¿Que harás con eso?

Al escuchar su pregunta, me levanto y lo miro con una ceja levantada. Sé que ya debe asumir cuál es mi plan, aunque sé que no del todo. Eliot parece entenderlo, por lo que sonríe con tristeza y niega con la cabeza.

—Ya veo. Estarán bien con esa decisión, lo sé —se acerca a mí y me abraza con fuerza—. Cuídate, Liam. Recuerda lo que te decía el abuelo: "La gente se refiere a ti como el monstruo que no quieren conocer porque ellos saben que el día que muestres tu verdadero rostro, nadie te podrá detener". De niño no entendía, pero ahora lo entiendo. Él entendía muy bien las cosas.

—Él fue el único que nos entendió —acepto el abrazo—. Tú también cuídate y recuerda lo que te dijo a ti. —ese comentario lo hace sonreír.

—"Te hicieron diferente a tus primos porque si fueras igual de sádico a ellos, todos te temerían y Eliot Harris Miller no está interesado en esas cosas" —murmura—. Tenía razón, a Eliot no le gustan esas cosas. —habla antes de separarse y alzar a su hija menor.

Recuerdo que el abuelo creó una frase para cada uno de sus nietos. Ahora que lo pienso, él vio cosas en nosotros que nadie detalló nunca.

—Eso parece.