IAN - [Todos tienen su lado oscuro]

25. Sospechas y verdades.

Liam Connor.

Lo único bueno de la mansión Harris, es su gran tamaño ya que puedo disfrutar de la soledad y caer en la miseria cómodamente.

Ahora mismo no siento nada, no quiero matar, no quiero pensar, no quiero recordar. No quiero nada. Solo quiero ahogar mi existencia.

—¡Tío Liam! —escucho la voz de Sky y sus pasos rápidos.

Un minuto después, la veo entrar en la habitación donde estoy acostado en un sofá. Por el rabillo del ojo veo cómo se cruza de brazos y me destroza con la mirada.

—No estoy. —digo cerrando los ojos.

—Tenemos que hablar, ¿por qué diablos me ignoras? Se supone que somos familia, y desde que llegaste aquí, solo has hablado con el tío Eliot.

—No me menciones cosas familiares, a ti tampoco te importa la familia, solo te preocupas por tu papá —le discuto y dejo salir aire lentamente— ¿Qué quieres? Y dilo rápido que me voy a suicidar en media hora.

—Tienes razón, pero vamos, ¿quién puede amar al abuelo? Todos están locos. —se ríe.

—Gracias. ¿Qué quieres Sky?

—Llévame al centro comercial y no me digas que no tienes auto porque ya vi el auto negro que compraste.

—Primero, ¿me viste cara de chofer? Segundo, no saldré y tercero, no quiero pelear contra Benjamín hoy. Ya tengo suficiente con Corwin y sus regaños.

—Primero, es sólo un favor. Segundo, necesitas vitamina C y tercero, yo te defiendo de ellos.

—No voy a salir, ya te lo dije.

—¡Sí!

—No.

—¡SÍ! —comienza a jalar de mi camiseta blanca y abro los ojos con fastidio—. ¡Vamos! Vamos y no volveré a molestarte durante todo un día.

—No Sky.

—Lo entiendo, ya entiendo —se aleja un poco—. Tienes miedo de todos, por eso no me llevas. Le tienes miedo a mi papá, al abuelo y a todos. Qué decepción, pensé que eras superior a ellos, pero veo que no.

Me levanto sin ánimos y la ignoro pasando por su lado.

—Te espero afuera, Sky. —camino a mi habitación y la escucho gritar de emoción.

Cuando llego a la habitación, me pongo un par de zapatos, una chaqueta gris y unas gafas negras antes de buscar las llaves del Lexus LC 500 negro que dejé sobre la cama.

Al salir de la mansión, lo primero que veo es a Sky junto al auto y a la niñera jugando con las hijas de Eliot en el césped. Sin decir nada, abro las puertas del auto y entro mientras Sky se despide de sus primas y de la niñera.

—No tengo todo el día, Sky. —discuto.

—Ya voy, Sr. Impaciencia. —se sube al auto, cierra la puerta y se pone el cinturón de seguridad— ¿tú sabes dónde están mi papá, el abuelo y mis tíos?

—No, y no quiero saberlo. Si fuera por mí, no volverían. —comento mientras enciendo el auto.

—Eres tan malo.

—Gracias.

—Por eso me agradas.

•••

Durante todo el camino, Sky no paró de hablar de su vida y de la de Benjamín, también me contó todo lo que pasó después de que me fui. Muchas de las cosas que dijo me hacen entender a medias el porqué Corwin quería que volviera.