28. De vuelta.

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Liam Connor.

Al escuchar la puerta principal de la mansión abrirse, empiezo a subir las escaleras rápidamente, hasta llegar al segundo piso y preparar la ametralladora para dispararle a todas las ratas que vea.

En cuestión de segundos, veo que hombres con armas comienzan a aparecer en mi punto de mira, así que decido no perder el tiempo.

Mis disparos derribaron a varios hombres. Sin embargo, hay demasiados y me impiden actuar como debería; varios disparos rozan partes de mi cuerpo, haciendo que mis oídos zumben e inmediatamente me agacho en busca de un lugar más seguro.

—¡No corras, muestra tu cara Harris! —escucho a un hombre gritar.

Me paro detrás de una columna que está al otro extremo de las escaleras y observo al menos a cinco hombres subiendo estas, uno de ellos a quien recuerdo <<Dmitry>> se ve muy molesto y no sé si debería tener miedo o ternura por los gestos que hace. De los Petrov solo recuerdo a la mitad, recuerdo que eran compradores no muy amigables de Corwin, qué solo se apoyaban entre sí por la heroína y las sustancias de calidad.

Rápidamente vuelvo a descargar la ametralladora contra los hombres y ellos hacen lo mismo. De un segundo a otro, todos quedamos ocultos por la nube de humo que se formó a causa de los disparos. Aprovechando esto, comienzo a recorrer los pasillos corriendo lo más rápido posible para llegar al otro lado de la mansión en busca de la segunda escalera de emergencia y así poder bajar, siguiendo el plan de Benjamín.

Mientras corro sin mirar a ningún lado, un disparo golpea mi pierna, es prácticamente un toque, pero me causa dolor y un poco de inmovilidad por lo que decido entrar a la habitación más cercana que puedo ver. Al entrar cierro la puerta e ingreso rápidamente al baño privado.

Al revisar mi pierna veo que la bala entró y salió de inmediato, solo se ve una marca como si fuera un corte un poco profundo. Cómo puedo vierto un poco de agua sobre la herida, al tiempo que escucho como derriban la puerta de la habitación y golpean la puerta del baño con desesperación y rabia.

—¡Sal, hijo de puta! —al escuchar con atención, me doy cuenta de que Dmitry viene solo. Los otros deben haber recibido disparos.

Sin pensarlo demasiado, me paro detrás de la puerta y comienzo a abrirla lentamente. Dmitry inmediatamente la golpea con el pie y entra desesperado, acción qué aprovecho para golpear su cabeza con la parte trasera de la ametralladora. Cuando cae, mis deseos se despiertan y siento la maldita necesidad de hacer que cada pequeña parte de su cuerpo sufra.

Una gran sonrisa se forma en mi boca, mi mente se activa y mis manos se llenan de energía. Sin medir mi fuerza comienzo a golpear el cuerpo de Dmitry de manera violenta, haciéndolo quejarse medio inconsciente. Con el arma golpeo su cabeza haciendo que sangre salga por su nariz y labios.

~más~

Una sola voz me habla pacíficamente, lo que se me hace muy extraño ya qué siempre suelen hablar muchas voces y no lo hacen de una manera tranquila, lo hacen de la manera más tortuosa posible.

Mientras sigo golpeando a Dmitry, me detengo repentinamente al escuchar ruidos afuera, puedo escuchar cosas caer al suelo y murmullos. <<están buscando algo>>. De inmediato sostengo la ametralladora y salgo en busca de dónde vienen los ruidos. Cuantos más pasos doy, empiezo a escuchar movimientos extraños. Justo cuando paso por el lado de la puerta de una habitación, escucho gemidos.

—¡Sí, ah, Benjamín! —una voz femenina gime salvajemente.

<<Qué demonios>>

IAN - [Todos tienen su lado oscuro] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora