Dos días después:
- Pregunta - Apunto mi dedo índice hacia Rashid. Él levanta su rostro viéndome seriamente atento.
- Respuesta - Dice rápido y con simpleza.
- Vaya. El príncipe también puede tener humor al responder - Levanto mis cejas.
- Dudo que sea de esa manera. Ahora dime, ¿Cuál es tu pregunta?
Estamos en su oficina, llevo alrededor de 20 segundos de haber entrado y solo he venido por una sola cosa...
- ¿Crees que haya alguna remota posibilidad de que consigas mi teléfono de vuelta? - Digo tanteando mis posibilidades. Me mira fijamente levantando una comisura de sus labios fugazmente.
- Creo que habías tardado es pedirme algo parecido. Esperaba que lo hicieras antes - Lleva su vista a la laptop en la que estaba escribiendo y la cierra - Pero me temo que será imposible devolvertelo.
- ¿Por qué? - Pregunto. Aunque debería ser más que obvio para mí.
- Lo han tirado cuando te han capturado.
- Vaya mierda - Murmuro, luego suelto un resoplido desanimada y devuelvo mis pies a la salida - Mis esperanzas al creer que podrían tenerlo se han esfumado. Gracias. - Muevo mis manos hacia arriba despidiendome antes de llegar a la puerta - Aunque de todas formas pensé que estaría prohibido que tuviese uno.
- Está prohibido - Asegura detrás.
- Ya no importa. Mi teléfono se ha quedado en Eosen, tan lejos que hasta podría llorar - Tomo el pomo de la puerta y lo giro - Te veo luego.
- He comprado uno para cada una - Suelta de pronto. Yo me giro lentamente y lo veo dudosamente.
- ¿Qué cosa?
- Hay un teléfono disponible para todas. Aún hay algo que estoy resolviendo con ellos respecto a seguridad, pero en cuanto se encuentren listos le encargaré a Zedd que se los entregue - Asegura.
- ¿Hablas en serio? ¿No bromeas? - Doy varios pasos hacia adelante. Le veo levantarse de su asiento e ir cerca de un estante para tomar un libro.
- No lo hago. Estoy siendo completamente honesto - Se vuelve colocando su mirada color rubí sobre mí y asiente.
- ¡Eso es genial! - Exclamo alegre llevando mis pasos rápidamente hacia él para abrazarlo mientras doy saltitos sobre mis tacones.
- ¿Te alegra algo tan simple como eso? - Pregunta colocando un mano sobre mi cintura, alzo mi vista y le sonrío ampliamente.
- Por supuesto - Sonrío ampliamente. Y luego recuerdo que me ha confirmado que está prohibido - Un momento. Dijiste que está prohibido ¿Por qué nos darías uno si es realmente algo que no deberíamos tener?
- Me parece otra regla estúpida del consejo. Además, es mi harem, solo yo puedo opinar sobre lo que se hace o no dentro de el. Estoy comenzando a hartarme de tantas cosas sin sentido.
Esa forma en la que habla, la seriedad con la que lo dice, el tono que utiliza y su expresión me generan una gran satisfacción. Definitivamente él solo necesita varios empujones y apoyo con respecto a su estatus y el verdadero poder que posee. Para mí Rashid debe ser mucho más que el príncipe que pueden manipular, y si mi forma de pensar y expresarme puede darle confianza para avanzar con ello, entonces no me voy a contener para presionarlo a avanzar durante mi paso por éste palacio.
- Justo ahora podría besarte mucho. De verdad, mucho, mucho - Realmente me siento contenta y no me avergüenza ser sincera sobre lo que me gusta o no querer hacer. Además, ver su expresión ligeramente sorprendida es un premio para mí
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¿Quién es Rashid? ✓[Completada. SIN EDITAR.]
RomanceRuelle. Una chica que se permite el lujo de vivir su vida al máximo. Una chica que no se permite los límites. Una diva por excelencia, con un carácter fuerte y un corazón noble y bondadoso. Ella siendo solo ella, transmitiendo luz y brillo a cada lu...