CAPÍTULO 25

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2 meses después:

— ¡¿Cómo?! — Me levanto de mi asiento en el harem. Zedd me ve como si me hubiera vuelto loca — ¿Cuándo llegó ese idiota?

— Llegó ésta mañana. Directamente a su oficina.

— ¿Y por qué nadie me avisó? — Veo a todos de mala manera — Yo no soy tan buena al percibir desde lejos, a las únicas personas que puedo percibir con facilidad es a mis padres. Ustedes si pueden y no me avisaron que llegó... Bueno. Tampoco era como que me tenían que avisar — Muevo la punta de mi tacón sobre el suelo, me cruzo de brazos y alzo una ceja — Ese imbécil por lo menos debería haberse dignado aparecer frente a nosotras.

— Ruelle estás hablando de su Alteza. Deberías ser un poco más respetuosa, ¿no lo crees? — Jasmine habla.

— Nunca se le dió ser respetuosa, Jas. No tiene caso decirle ahora. Además, tiene razones bastante lógicas para enojarse — Defiende Divine. Cosa que me sorprende un poco.

— Aunque tenga razones...

— Eso ni importa ahora. La cosa es que... Ruelle, vas a abrir un hueco en el suelo.

Me detengo.

— La cosa es que voy a subir y le voy a clavar un tacón de éstos por un brazo.

Me encamino con rapidez y salgo de la habitación. Ellos me siguen hasta la puerta donde nos topamos de pronto con Madani.

— ¿A dónde van con tanta prisa? —pregunta él, viene con un libro en la mano.

— Voy a armar un lío —Respondo con seguridad.

— Ay, no —gira los ojos con fastidio. Intento pasar a su lado, pero él me detiene del brazo—. Ruelle, está ocupado ahora. Hay alguien allí arriba con él.

— Me vale una mierda —quito su mano sobre mi muñeca—. Suéltame.

Madani alza una mano al aire y luego ve a los demás.

— Trata de no ser tan dura con él.

— ¡Le voy a clavar un tacón por el brazo! No te preocupes, eso basta —suelto cuando comienzo a subir las escaleras casi corriendo—. Ay, por un demonio — Respiro profundo y arreglo el vestido rojo que traigo puesto para luego suspirar y relajar mi respiración—. Subir éstas escaleras con éstos tacones y en mi estado debería considerarse un deporte.

Camino un largo tramo hasta que finalmente llego a la puerta de la gran oficina de Rashid, no me interesa en lo absoluto abrir y con toda la libertad y atrevimiento del mundo me adentro.

Allí encuentro a un Rashid que me ve completamente desconcertado por mi llegada y algo de molestia por no tocar y verme pasar sin permiso. Luego miro al señor que es el padre de Khaia quién me vé como si hubiese visto algo maravilloso, se levanta rápidamente llegando a mí y se inclina.

¿La gente se está volviendo loca o qué?

«¿Y ahora éste por qué se inclina?»

Toma mi mano y la levanta hacia arriba.

« Ay, cómo que sí. La gente se está volviendo loca. No me cabe duda alguna.»

— Le agradezco inmensamente lo que ha hecho por mi hija. No sabe lo agradecido que estoy por su ayuda y lo mal que me siento al haber permitido que algo como el incidente pasado sucediera. He sido un completo estúpido y ruego por su perdón — Ahora se inclina ante Rashid — Su alteza, no se preocupe por nuestras conexiones. Si usted me lo permite todo seguirá tal cual. Toda mi gratitud y apoyo estará sobre usted en cuanto tome el puesto que le corresponde en este reino. También le ruego que me perdone tanto a mi hija, como a mí. No sabía que ésto llegaría así de lejos.

¿Quién es Rashid? ✓[Completada. SIN EDITAR.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora