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- ¿Y esas rosas? - Preguntó Olive sonriendo ampliamente - ¿Te las ha enviado él? - Por alguna razón la morena sonaba feliz por aquél acto.
- Sí - Susurró Ruelle mientras estaba de pie frente a todas aquellas rosas decorando un gran espacio de su habitación.
- Te gustan. Te ves feliz.
- Me hacen sentir feliz - Aseguró la pelinegra sonriendo de manera suave - ¿Sabes? - Dijo con calma - Él me confunde muchísimo, Olive. Me asusta mucho saber que me puede hacer sentir tan bien con solo estar cerca. Es un extraño para mí. Y aún sabiéndolo siento que me dejo llevar con demasiada facilidad cuando lo veo o lo percibo cerca. Es como si algo dentro de mí me gritara que desea estar allí, a su lado, sin importar qué. Pero después está ésta yo insegura que no sabe qué demonios sucede conmigo misma, y me echo hacia atrás después de avanzar.
- ¿Él te dijo que te conocía, cierto?
- Al parecer. Pero no tiene sentido si para mí no es de la misma manera.
- ¿,Y por qué no le permites acercarse? Sin alejarlo, y ves qué sucede.
- Eso también me asusta.
- ¿Cuál es la razón?
- Olive... ¿Y si de verdad tengo una familia? - Su mirada ambarina, casi dorada, se tornó ligeramente afligida - ¿Es correcto que haga lo que estoy haciendo?
Olive rió suavemente y Ruelle la miró con curiosidad.
- ¿De qué te ríes?
- Es extraño. Nunca te había visto no estar para nada segura de algo. Es nuevo para mí.
- También es nuevo para mí - Suspiró- Pero... ¿Acaso no lo has visto? - Una sonrisa pícara se asomó sobre su labios rosados.
- Oh, claro que lo he visto. Probablemente sea el hombre más guapo que haya visto en mi vida. Además del amo Lucian, claro.
- Sí - Ruelle se movió con inquietud y algo de emoción - Y no es solo eso. Es... Tan lindo, su manera de actuar lo es - Miró el brazalete en su muñeca, regalo que el mismo Rashid le había dado anteriormente - Y al mismo tiempo también es tan... Tan. Dios, no sabría cómo explicarte - Se sonrojó mientras alzaba su rostro mirando el techo como si allí pudiese encontrar la respuesta a la descripción que estaba intentando dar - No parece ser alguien malo. Y si lo fuese, hasta cierto punto, creo que no me importaría.
- Te gusta.
- Olive, es muy pronto para decir algo de esa magnitud.
- No, claro que no. Te gusta, es obvio. Y está perfectamente bien.
- Sé que nunca me he sentido de ésta manera con absolutamente nadie más. Pero, no me puedo confíar. A veces siento que las personas solo intentan usarme a su conveniencia, Olive. ¿Y si resulta que él solo está buscando lo mismo que he notado que los otros buscan en mí?
- Sería totalmente diferente... Cómo dijiste, nunca has sentido ningún tipo de atracción por alguien más, por eso ignoras a todos... Pero con él no es así. Reaccionas a él, y no lo haces de manera ligera. ¿Es intenso, cierto? - Habló con seguridad.
- Intenso - Ruelle repitió aquellas palabras saboreandolas sobre su lengua - Lo es tanto que resulta casi insoportable. Como si hubiese algo dentro de mí que ardiera con la necesidad de él. Como un fuego que arrasa con toda mi estabilidad, pero que no me consume dañandome, sino que de manera contraria. Me hace sentir mejor de lo que me he sentido en los últimos 17 años. Me hace sentir realmente viva.
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¿Quién es Rashid? ✓[Completada. SIN EDITAR.]
RomanceRuelle. Una chica que se permite el lujo de vivir su vida al máximo. Una chica que no se permite los límites. Una diva por excelencia, con un carácter fuerte y un corazón noble y bondadoso. Ella siendo solo ella, transmitiendo luz y brillo a cada lu...