CAPÍTULO FINAL

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                        4 años después:

— Cariño... ¿Cariño, estás escuchando lo que te estoy diciendo?

Giré mi rostro con lentitud y lo ví en silencio. Él me devolvió la mirada tranquilo, pero algo desconcertado.

« ¿Por qué me miraba así?»

— ¿Preciosa, te sientes bien? ¿Pasa algo malo? — Preguntó en un tono ligeramente preocupado.

Allí me dí cuenta de que estaba actuando demasiado extraño ante él, así que intenté arreglarlo. Aunque ya Rashid se había dado cuenta de que algo no andaba del todo bien. Normalmente no solía estar tan desconcentrada, ni... Triste.

« ¿Estaba triste?... No.»

Tenía miedo.

— Lo siento — Hablé finalmente — ¿Qué decías?

Él había salido de su oficina un rato. Había pasado dos días realmente ocupado con asuntos oficiales, por eso no habíamos tenido mucho tiempo de estar juntos. Realmente, él tenía que salir bastante seguido, y yo estuve tan ocupada y cansada que no tuve tiempo ni de pensar, ni de saber cómo diablos me sentía.

— Dije que podríamos salir a cenar algo ésta noche. Nikki ha venido de visita, deberíamos salir un rato con ella. Ustedes estuvieron planeando ésto y finalmente ambas han tenido tiempo. Ella ha dicho que sería genial si las acompañaba, por eso sería bueno salir a cenar. 

— Yo...

No sabía qué demonios decir. No quería salir. No tenía ánimos para nada. Pero tampoco quería desperdiciar una oportunidad de pasar tiempo con él.

— Si no te agrada la idea, puedo decirle a Zaffar que las lleve a algún lugar, en el caso de que prefieras salir con ella. Sé que quizás tengan cosas de chicas que hablar en las que yo no debería inmiscuirme — Agregó de pronto.

— Sí... — Pensé un poco lo que diría — Hay algo que... Sí, hay algo que tenemos que hablar.

La mirada que él me ofreció fué suave, pero sé que en el fondo quizás Rashid sentía una pequeña espina de molestia al ser excluido.

— Entiendo. Entonces será en otra ocasión — Sonrió con calma, soltó un suspiro cansado, se dió media vuelta y emprendió su caminata de regreso a Palacio — Aún tengo cosas que resolver allá dentro — Mencionó metiendo las manos dentro de los bolsillos de su pantalón de vestir negro. Y caminó con tranquilidad — Si tienes algo de tiempo antes de salir, puedes pasar un momento a mi oficina.

Nos encontrábamos en el jardín del patio trasero, donde solía ir a relajarme cuando sentía que tenía mucho sobre mi.

No podía dejar que se fuera así. No me gustaba el camino que eso estaba tomando. Era como... Como si nos estuviésemos distanciando. Y no era porque él no me amara, o yo a él, no, no era eso. Era solo que, estábamos tan enfocados en otras cosas que, justo en ese instante se sentía como si solo fuésemos conocidos.

Y no me gustaba.

No me gustaba, porque eso era nuevo. No me gustaba, porque no es lo que éramos. Porque no tenía su atención. Ya que admitía que, quién había estado mucho más ocupado, era él. Y porque había algo más que no estaba bien.

Justo allí, en ese momento, me sentía vulnerable. Realmente tenía miedo. Miedo de cómo estaban las cosas y cómo podrían volverse.

— Rashid — Logré soltar, haciendo que él se detuviera.

—¿Sí? — Respondió con suavidad. Y me miró de reojo al inclinar un poco su cabeza.

— Quiero cenar contigo ésta noche. Solo nosotros dos. Quiero pasar tiempo contigo. Quiero tener tiempo a solas con mi esposo. Con mi esposo al que no he estado viendo muy seguido y quien ya no tiene suficiente tiempo para mí.

¿Quién es Rashid? ✓[Completada. SIN EDITAR.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora