CAPÍTULO 14

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A la mañana siguiente mi humor es mucho más alegre que de costumbre, pero todo ese encantador y agradable humor se va a la basura cuando veo a Alí pasar con tres miembros más del consejo frente al harem.

— Es realmente un gran placer encontrarnos con semejantes bellezas ésta esplendorosa mañana.

Las chicas y yo vamos de salida a tomar el desayuno, pero hay algo que se siente extraño... Mal. Ellos parecen ir muy contentos, algo que realmente no me da buena espina.

— ¿A dónde se dirigen el día de hoy? ¿Aprenderán más labores de sirvientes? — Intenta bromear uno de ellos.

Yo iba a responder de mala manera, pero Divine se me adelanta siendo más cautelosa.

— No, Señor. Iremos a tomar el desayuno junto con el príncipe. Es hora de bajar y esperar.

— Podríamos conversar mientras le esperan — Alí intenta acercarse a Divine para tocar su rostro y yo me interpongo.

— Señor Alí — Digo interrumpiendo su movimiento provocando que me mire con algo de molestia por mi atrevimiento — He notado ese precioso objeto que porta sobre su cuello. Tiene usted un gusto extraordinario — Veo el collar con el cristal rojo que llevaba la otra vez y me percato de algo diferente, en ésta ocasión el cristal parece brillar con intensidad, parece un botón rojo encendido.

— Ah, ésto — Señala el collar para luego sonreír con suficiencia — Tienes buen ojo. Es algo muy valioso.

— ¿Dónde ha conseguido una pieza tan magnífica? Me temo que de donde provengo nunca había visto algo similar — Finjo estar completamente maravillada.

De verdad sería buena actriz si me lo propusiera.

— Ha sido... Un regalo — Lo piensa — No existe otro igual.

— Tiene usted gran privilegio al poseer algo tan precioso — Halago tratando de alejar lo más que pueda su atención de las chicas.

— Puedo regalarte uno similar. No creo que sea exactamente igual, pero si me lo permites puedo darte uno — Propone con interés — O más si lo deseas.

« ¡Sueña!»

— No sería adecuado para una simple mujer como yo — Decir eso solo para mantener el perfil bajo se siente como una patada en la boca del estómago, pero tengo que ser cuidadosa con mi forma de expresarme... por ahora, así que no me queda de otra — Si no le molesta. Es nuestra hora de retirarnos hacia abajo. El príncipe quizás llegué pronto allí.

— O quizás no. Según parece, tenía asuntos importantes que resolver — No sé por qué razón, pero hay algo en su expresión que no me convence.

Además, lo que ha dicho no tiene sentido para mí.

Zedd dejó claramente dicho que Rashid había pedido desayunar con nosotras porque nos hablaría de algo.

Un cambio de planes sin aviso no es algo que crea, caracterice a Rashid.

— Oh — Veo a las chicas quiénes me devuelven la mirada dudando — Entonces volveremos a dentro — Doy un paso hacia atrás, pero Alí sostiene mi brazo repentinamente haciendo que me detenga.

Me giro a verlo intentado disimular mi desagrado por su toque, haciendo pasar mi expresión como una de confusión.

— Pueden tomar el desayuno con nosotros — Sugiere con aún más interés.

« Ya quisieras, imbécil.»

Sonrío incómoda soltando su mano con calma.

— Eso sería inadecuado. El harem solo tiene esos permisos con el consentimiento de parte de Su Alteza, el príncipe Rashid. De lo contrario estaríamos faltando el respeto a su alteza e incluso a los miembros del consejo, señor.

¿Quién es Rashid? ✓[Completada. SIN EDITAR.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora