🥀 CAPÍTULO 1 🥀

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— ¡Rashid!— Escuché un grito emocionado que provenía de uno de los pasillos de Palacio.

Yo me encontraba teniendo una conversación de negocios con personas que pertenecían al clan.

— ¡Cariño, cariño!— Se oía feliz. Podía escuchar el sonido de sus tacones resonar contra el piso. Ella estaba corriendo — ¡He regresado! — Informó. Y el hecho de escucharla feliz, y de que hubiese regresado, me generó una sonrisa inmediata.

Las personas frente a mí me vieron contentas. Ellos habían preguntado por la Reina, ya que Ruelle era el tipo de persona que podía agradarle en demasía a las personas. Era como un rayo de luz, deslumbrante y encantador. Si no tenías ningún problema con ella y sabías tratarla, tendrías un rayo de alegría sin dudarlo. Las esposas de aquellos hombres habían estado emocionadas de pasar un rato con Ruelle. Se habían vuelto personas cercanas para ella luego de que nos habíamos casado.

— Su Majestad ha regresado — Anuncié con una sonrisa amplia, luego me levanté para dirigirme a la puerta de aquél salón de Palacio donde solía reunirme con personas con las que tenía conexiones.

Ruelle había pasado una semana en Eosen con la familia por el cumpleaños de Ethan. Yo no había podido asistir porque tenía asuntos que resolver. Ella había dicho que se quedaría y me acompañaría, pero yo me había negado. Ethan me odiaría por el resto de su vida si su preciada sobrina no iba a su cumpleaños. Así que no me iba a arriesgar a ganarmelo como enemigo después de que me había ganado su confianza.

En cuanto abrí la puerta fué inmediato. Ella fué rápida al lanzarse hacia mí para abrazarme con entusiasmo. Rodeó mi espalda baja con sus delgados brazos y su anatomía se pegó a la mía. No podía sentirme más lleno y completo al tenerla de regreso en casa, en mis brazos, conmigo. La abracé devuelta sin pena alguna de que hubiesen personas allí que quizás nos estaban viendo. Su delicadeza se sentía a través del abrazo. Su aroma era el tipo de escencia que me traía paz. Y al verla alzar su rostro, no pude evitar que mi corazón tomase ese ritmo acelerado y emocionado que sola ella podía provocar en mí. Su sonrisa era tan preciosa y deslumbrante, tanto que solo al verla, yo podía sentirme absolutamente feliz y agradecido. El color dorado-ámbar de sus ojos brillaba con intensidad al verme, y su hermoso y sonrosado rostro me expresaba que ella también estaba emocionada y feliz de verme. Definitivamente, tenerla allí frente a mí, era lo que yo consideraba para mi como una especie de bendición y fantasía hecha realidad.

— Hola. —Dijo en voz baja y cálida.

Estaba totalmente convencido y seguro de que ella era lo más hermoso y precioso que yo tenía. Era ese preciado y especial tesoro que jamás podría ser reemplazado. Ruelle lo era todo para mí.

— Hola —respondí con suavidad, mientras levantaba mis manos y tomaba con delicadeza su hermoso rostro entre ellas. Acaricié sus mejillas con mis pulgares y me acerqué solo un poco—. Bienvenida de regreso, preciosa.

...

De pronto, me levanté con rapidez y brusquedad.

— ¡Ruelle! — Exclamé sentado en la cama. Mi respiración estaba agitada. Volví mi vista sobre la inmensa cama y la encontré totalmente vacía. Yo era el único que estaba allí encima — ¿Preciosa? — Murmuré en voz baja — ¿Ruelle?— No pude evitar el sonido lastimero y desconsolado que mi voz transmitió.

¿Quién es Rashid? ✓[Completada. SIN EDITAR.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora