CAPÍTULO 9

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No es como que sea muy fan de estar siguiendo las reglas de Rashid con respecto a salir de la habitación sin compañía. Por lo tanto, no pienso mucho al escaparme en cuanto puedo a echar un vistazo más profundo por el palacio, justamente por un enorme y extenso pasillo que se me ha dejado claro que es el del ala del consejo.

« Que sea lo que Dios quiera.»

Eso fue lo que pensé al lanzarme a hacer semejante acto. Si Rashid llega a saber que estuve aquí se va a enojar. Y con una razón bastante justificada.

Debería dejarlo estar por un momento, anoche lo hice enojar y hoy podría ir por el mismo camino. Incluso yo estoy comenzando a pensar que ahora me estoy convirtiendo en un verdadero dolor de culo para él. Realmente nunca me porté tan insoportable frente a alguien y que sea alguien que ya cuenta con varios problemas de por sí, me está haciendo dudar.

Estoy distraída viendo mis tacones y vestido mientras pienso sobre mis actos cuando, de pronto, escucho voces provenientes de una habitación.

Mi curiosidad es grande a veces, así que me acerco cuidando de no ser descubierta.

— Piénsalo. Si lo encontramos primero, podríamos utilizarlo como chantaje.

— No digas idioteces, Alí — Nuevamente es la voz del señor Adam.

« ¿Cuándo ha llegado? Ay, Jesús aún no he hablado con papá.»

Pasé todo el día con las chicas del harem y he dejado ese asunto de lado. Se supone que iría luego a la oficina de Rashid a hablar sobre ese asunto, pero me he desvíado aquí.

Debería ir a buscarlo en vez de quedarme a escuchar cosas que no me conciernen.

— Pensé que ya éste tema se había dado por sentado — Esa es la voz de Rashid.

«¿Qué hace él aquí?»

Detengo mis pasos y me vuelvo. Decido quitarme los tacones y sostenerlos en mis manos, no quiero que me descubran espiando al hacer algún ruido. Si eso llega a pasar estaré completamente jodida.

— Su alteza no es ambicioso, por eso dejar Kyriem en sus manos se ha puesto en duda. Si tenemos a un rey tan poco capaz y débil, será nuestra ruina.

— Estás completamente equivocado —Replica Adam — El príncipe es un hombre correcto. Tú eres el que con tus estupideces puedes traer desgracias a Kyriem.

— El Señor Adam tiene toda la razón, Rashid es totalmente capaz de portar con el título de rey sin tener que obtener un poder que no le pertenece. Él conoce muy bien los límites. Jamás pondría en peligro la vida de todos aquellos dentro de Kyriem al provocar un enfrentamiento que ninguno de nosotros seríamos capaces de ganar, ni aunque buscasemos ayuda de nuestros ancestros — Ahora escucho la voz firme de Madani.

— No arriesgarse lo hace un cobarde — Replica otro más y hay dos personas más que opinan lo mismo.

— Te equivocas. Eso lo hace un gran líder. Él piensa principalmente en el bienestar de los demás antes que sus propios beneficios — Habla otra voz que tampoco reconozco — ¿O me vas a decir que querer hacerte con el poder del gran Lucien es por el bien de Kyriem? Solo lo quieres para hacerte más fuerte.

— No digas estupideces, Amín — Replica Alí.

La puerta estaba semi abierta, así que estoy echando un vistazo a lo que puedo a través de esa pequeña abertura cuando en un momento determinado, una gran pantalla se enciende frente a la mesa en la que están discutiendo y todos se giran a verla.

—¿Qué significa ésto? — Cuestiona Rashid sin apartar la mirada de la pantalla —¿Quién es ella?

Desde unos altavoces a los lados de la pantalla sale el sonido de una voz que deduzco le pertenece al hombre que está grabando.

¿Quién es Rashid? ✓[Completada. SIN EDITAR.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora