CAPÍTULO 35 (+18)

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- No, es solo que... - El comienza a hablar, pero se detiene en el momento en el que me giro. Ésta vez su mirada me detalla mejor de pies a cabeza. Traga duro y luego prosigue - Podrías haberme dicho. Te habría ido a buscar.

- No te habría sorprendido como acabo de hacerlo - Me acerco a él pasando una mano por sobre su pecho, llego a su cuello y hago que se incline para poder tomar su labios por unos mínimos segundos y besarlo.

- ¿No crees que es algo tarde para estar por allí sola, conduciendo? - Suelta aclarándose la garganta después del mini beso.

- Venía con cuidado. Y está el hecho de que Eosen es un lugar bastante seguro. No hay de qué preocuparse - Me alejo y voy hacia el mini bar que está a un lado de la salida al otro balcón frente a la sala.

Tomo dos copas y sirvo un poco de vino tinto. Camino de regreso hacia él, quién ha tomado asiento en el mueble y me mira detalladamente. Le entrego la copa, él acepta y luego da un trago.

- ¿Qué te traes entre manos? - Pregunta serio.

- Nada - Miento, y doy un trago de mi copa de vino.

Yo no he tomado asiento. Estoy frente a él, de pie.

- Eso no es lo que parece - Dice totalmente seguro.

- Si estás tan seguro, entonces... ¿Por qué no haces algo para descubrir qué es lo que tramo? - Suelto tentando.

- No lo sé. Tengo curiosidad de saber qué es lo que harás por tu propia cuenta.

- Ah - Exclamo bajo. Suelto la copa en la mesa de centro y me vuelvo yendo directamente a inclinarme sobre él apoyándome sobre el mueble - ¿Tienes curiosidad? - Susurro cerca de sus labios, y me tomo la libertad de llegar a su labio inferior y tomarlo con lentitud, dando así una muy leve mordida sobre éste.

- ¿Intentas volver a jugar a tentarme, cariño? - Pregunta con la voz ronca.

Y su mirada.

« Esa jodida mirada.»

- No puedo evitar hacerlo cuando me ves como si me follaras con la mirada.

- ¿Ah sí? - Alza una ceja divertido mientras sonríe de manera sensual.

- Es algo imposible de negar.

- Tú... - Me toma con algo de sorpresa la manera en la que me toma y me hace quedar sentada a horcajadas sobre él - Sigues siendo jodidamente buena para volverme loco - Me toma del cuello atrayéndome a sus labios con rapidez, tomando mi boca como rehén de la suya. Su beso es fogoso y sexual, pero se detiene luego de unos segundos. Respirando con pesadez me mira con seriedad - Pero no puedo ceder ahora.

« Eh, espérate. ¡¿Qué dijo?! »

- ¿Qué dijiste? - Logro soltar algo atolondrada por el beso.

- No puedo ceder ante tí ahora - Repite dando suaves caricias sobre mi cuello.

- ¿Qué? ¿Por qué dices eso? - Pregunto más confundida.

- Tengo miedo de hacerte daño, tal como lo he hecho la última vez.

Eso...

¿La última vez?

La última vez fué en palacio... Cuando...

« Ah, ya lo recuerdo. »

- Pensé que habíamos hablado sobre eso, Rashid - Tomo sus manos en mi cuello.

- Lo sé. Lo sé - Asiente. Pero hay algo en él que suena afligido. Luego me mira atentamente - Hay algo que aún no te he dicho.

Ahora es mi turno de decirlo.

¿Quién es Rashid? ✓[Completada. SIN EDITAR.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora