Sabía que probablemente Rashid despertaría. Así que a la mañana siguiente me levanté y volví al mismo procedimiento de arreglarme. Bajé a la cocina siendo aún muy temprano, y comencé a preparar el desayuno de Rashid, preparé más para que Los Príncipes y Nevaeh también comiesen.
Ellos fueron los primeros en llegar allí, al parecer tenían la costumbre de visitar la cocina todas las mañanas, y habían hecho que Nevaeh los siguiera. Rosé estaba allí al igual que las otras chicas.
Me había enterado de que Ciara, Inna y Aliyah aún trabajaban en la cocina Real, pero habían tenido oportunidades de estar a cargo de los restaurantes y pastelerías bajo el sello Real, por lo que en ocasiones no estaban en Palacio.
- Mamá, ésto está delicioso. Ahora entiendo porqué es el favorito de papá - Dijo Hasid comiendo parte del postre que había hecho.
- No deberías comer mucho de eso tan temprano, Hasid - Dijo Rosé.
- Rosé tiene razón, Príncipe - Le hice saber.
Fué un momento pacífico hasta que de pronto se escuchó un grito desde el salón principal.
- ¡Ruelle!
Ni siquiera coordiné por completo cuando ya había salido corriendo fuera de la cocina. Los tacones resonaron por todo el piso hacia el salón principal. Cuando llegué allí me detuve y ví en dirección a las escaleras. Rashid estaba allí de pie, respiraba de forma pesada y acelerada.
- ¿Qué sucede, cariño? - Pregunté con precaución al verlo agitado.
Estaba... ¿Asustado?
Al hablarle noté que su expresión cambió de una asustada a una de alivio absoluto. Después comenzó a bajar las escaleras con rapidez y llegó hacia mí para abrazarme con fuerza.
- Pensé que solo había sido un sueño - Susurró al atraerme contra su grande y cálido cuerpo - Pensé que realmente no estabas aquí - Dijo algo nervioso - Pero no es así - Suspiró - No es así.
- Estoy aquí, no ha sido un sueño - Afirmé pasando mi mano por su espalda para calmarlo - Está bien. Tranquilo - Me aparte solo un poco y coloqué mis manos sobre su rostro mientras él me observaba a detalle - ¿Estás mejor? - Pregunté, por lo que él asintió - Excelente. Seguramente debes tener mucha hambre. Preparé tu desayuno favorito. ¿Quieres comer? - Volvió a asentir a mi pregunta - Ok, ok - Hice que se inclinase y dejé vários besos cortos sobre sus labios. Volví a verlo directo a los ojos y hablé - Vamos, grandote. Necesitas reponer energías - Me alejé y tomé su mano.
Al darme vuelta me di cuenta de que habían vários guardias allí, Rosé, Hasid, Hasret, Navaeh habían salido de la cocina, y desde arriba nos veían Divine, Zedd, Madani y Omar. Zaffar estaba cerca de la entrada de Palacio.
Me reí al notar que todos estaban en estado de alerta.
- Siento si los he asustado - Se disculpó Rashid.
En ese instante todos se dieron cuenta de que se habían quedado viéndonos. Negaron rotundamente y se movilizaron.
- No debe disculparse, Majestad. Buen día - Dijo Zaffar y luego se apresuró a irse.
Los demás hicieron lo mismo que Zaffar.
-Siento que algo similar pasó hace un tiempo - Comentó Rashid mientras venía a mi lado.
- En realidad pasó várias veces. Vivimos con muchas personas en Palacio, Majestad.
- Tienes razón - Respondió. Viendo al frente.
Los chicos habían vuelto a la cocina junto con Rosé. Y al llegar allí los vimos nuevemente sentados cada uno en su lugar y a Rosé en lo suyo.
- A veces pienso que comer en la cocina es mucho mejor que en el comedor Real - Comenté.
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¿Quién es Rashid? ✓[Completada. SIN EDITAR.]
Storie d'amoreRuelle. Una chica que se permite el lujo de vivir su vida al máximo. Una chica que no se permite los límites. Una diva por excelencia, con un carácter fuerte y un corazón noble y bondadoso. Ella siendo solo ella, transmitiendo luz y brillo a cada lu...