— Aún no puedo creer que me conozcas desde hace tanto.
Ya nos encontrábamos en la tienda de ropa. Ella escogió una camisa de color negro, junto con un pantalón del mismo color y me lo entregó de pronto. Ella se estaba dando el trabajo de elegir en el área de caballeros lo que yo me pondría.
— Tal vez suene extraño para tí, pero es cierto.
— Dios. Pero... — Lo meditó unos segundos — Rashid, ¿Tú sabes qué fué lo que me pasó? — Preguntó con ilusión. Y mi corazón se estrujó — Si me conoces desde hace tanto, debes saber qué pasó conmigo, quizás así pueda entender la razón por la que llegué al Clan en el que estoy ahora — Luego la ilusión en sus ojos brilló con más intensidad — Rashid...Yo... yo tenía familia. ¿Los conoces?
Definitivamente no, no podía soportar eso.
No respondí.
Al verme callado, la desilusión fué inmediata en su expresión.
— Oh, vale — Luego pensó un poco más y me vió — Entonces dices conocerme, pero tampoco conoces mucho. Quizás sepas más de lo que yo sé ahora, pero aún así no sabes lo suficiente.
—No... Yo...
No sabía qué mierda decir. De pronto me sentí débil e inseguro. Un tonto que no sabía qué diablos estaba haciendo al dejarse llevar por sus emociones.
— No importa. Está bien así — Dijo tomando una gorra negra, y unos lentes de sol del mismo color para luego entregármelos — Tampoco es necesario. Me siento bien estando contigo. No pareces alguien con malas intenciones. Así que no tendré miedo al acercarme a tí — Giró su rostro y me regaló una sonrisa suave — Aunque debo advertirte algo, Rashid — Soltó con seriedad cambiando su expresión a una más neutral — Lo único que más me importa es encontrar a mi familia. Debes entenderme, tú tienes a tu propia familia, quienes son importantes para tí. Así que, espero que tengas en cuenta que mientras eso sea así, nunca, jamás, habrá un prioridad más importante para mí que el encontrarlos. No puedo entregarte toda mi atención — Mi mirada se había posado sobre ella y mi respiración estaba atascada en mi garganta— ¿Por qué me miras así? — Sonrío nuevamente y luego hizo que me girara, me empujó con cuidado hasta llegar al probador y me hizo entrar — Cámbiate, luego será mi turno.
Al cerrar aquél telón que cubría los grandes probadores, me quedé casi pasmado.
Sentía que nada en mi reaccionaba, hasta que de pronto, sin verlo venir, noté que mis lágrimas estaban bajando con abundancia sobre mis mejillas. Sentía que me estaba asfixiando dentro de aquél lugar y me desesperé tratando de encontrar oxígeno. Las ganas de llorar eran tan intensas y desgarradoras que incluso las sentí intentar consumirme desde dentro. El dolor en mi pecho era intenso, por lo que lo golpeé levemente con el puño cerrado.
Necesitaba calmarme. No quería que ella entrara y me viera en ese estado.
— Rashid — La escuché llamarme — ¿Ya saldrás?
Tuve que tomar una respiración profunda para poder responder.
— No.
— Ok. Iré viendo qué me colocaré yo, ya vuelvo.
En ese tiempo traté de controlarme. Me hice saber que todo estaría bien. Que yo estaba allí para ella. Que pronto podríamos resolverlo todo y que ella finalmente podría estar junto a mí, y junto a todos aquellos que formábamos parte de su familia.
Al salir completamente listo con la ropa, me coloqué de una vez los lentes y la gorra. No quería que ella viera mis ojos, no por ese momento preciso.
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¿Quién es Rashid? ✓[Completada. SIN EDITAR.]
RomanceRuelle. Una chica que se permite el lujo de vivir su vida al máximo. Una chica que no se permite los límites. Una diva por excelencia, con un carácter fuerte y un corazón noble y bondadoso. Ella siendo solo ella, transmitiendo luz y brillo a cada lu...