🔥CAPÍTULO 5🌹

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Alrededor de las 3AM salimos de aquél club.

En cierto momento Ruelle había desaparecido de mi lado, y por más que intentara buscarla, ésta vez, no logré encontrarla. Cosa que me hizo sentir extraño.

¿Qué esperaba?

Era demasiado estúpido si pensaba que ella se quedaría conmigo.

—  Ay, Dios. No puede ser, no puede ser. ¡Ah! — De pronto había visto a una chica salir disparada por la puerta del club. Parecía de procedencia asiática. Era alta y de contextura delgada, tenía el cabello negro y medianamente largo. Iba tan de prisa que ni siquiera había notado que habían personas al frente y terminó chocando contra Hasid. Él se había movido solo un poco, pero ella casi había rebotado de una manera que podía resultar algo graciosa.

— Vaya, ¿Te encuentras bien? — Hasid inmediatamente se preocupó. Todo había sucedido tan rápido, que no le dió tiempo de sostenerla antes de caer al suelo.

— Sí, sí — Hasid iba a ayudarla a levantarse, pero la chica estaba tan agitada y apurada que se levantó de un salto. Ni siquiera lo vió, o tan siquiera a los demás que también se habían preocupado por su caída — Oh, Dios. Cielos — Volvió a decir en voz alta. Y se encaminó en el pasillo — ¡Priya! ¡Priya, no me dejes atrás! ¡Todas se han ido y me han dejado sola! — Gritó hacia el frente dónde iba otra chica quien se giró y la esperó.

La sucedido nos había dejado a todos viéndonos las caras confundidos por el extraño comportamiento de la muchacha. Y fué así hasta que de pronto escuchamos una risa contagiosa que provino desde la puerta abierta del club. Obviamente volví mi vista con rapidez y la encontré nuevamente allí.

Ruelle no se había ido.

La observé a detalle, y me dí cuenta de que ya no llevaba aquella alta coleta, ni el antifaz.

— Yo no iba a dejarla aquí sola — Pronunció divertida — Pero no se ha dado cuenta de que aún seguía allí dentro y se ha asustado — Se acercó con lentitud a Hasid, quien la veía como si aún no pudiese creer que era real. No, de hecho, todos la veían de igual manera — Nevaeh a veces puede ser demasiado despistada, y siempre lleva prisa — Explicó — ¿Te hizo daño? — Finalmente llegó hasta Hasid y tocó su brazo con confianza. Él solo negó de manera lenta a la pregunta — Es un alivio — Ella le regaló una sonrisa tranquila y después lo vió como si encontrara algo en él que le resultaba familiar. Luego vió a los demás allí, vió a Hasret y luego me vió a mí — ¿Es tu familia? — Esa pregunta hizo que un huracán de emociones se formara en mi interior.

Yo en mi lugar solo asentí, y ella hizo lo mismo. Se tomó la libertad de llevar su mano al rostro de Hasid y tomarlo con cariño, viéndolo como si estuviese fascinada, y sonrió.

— Se nota — Luego se apartó — Ahora sé algo más sobre tí, Rashid — Habló con tranquilidad — Tienes exactamente justo lo que yo más deseo.

— ¿Qué? — Pregunté, sintiendo cómo mi corazón palpitaba con rapidez. Y mi respiración se aceleraba de a poco.

— Una familia — Luego meditó con seriedad lo próximo que diría —  ¿Dónde... Dónde está ella?

Si lo preguntaba, no sabía qué sería de mí.

— ¿Quién? — Cuestioné temiendo lo próximo que diría.

— Tu esposa — Soltó viendo mi mano izquierda. Más específicamente, viendo la alianza que rodeaba mi dedo anular. Luego alzó su mirada hacia la mía y me la sostuvo con firmeza— ¿Dónde está ella?

Estaba acabado.

La terrible sensación de que me derrumbaría allí mismo, sin salvación alguna, estaba latente.

¿Quién es Rashid? ✓[Completada. SIN EDITAR.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora