¿Quién es Rashid? ✓[Completada. SIN EDITAR.]

CAPÍTULO 20

Una llamada de Madani. Y luego, una llamada de Zaffar.

Ambos con referencia al día anterior: Nuestra salida e ida al club.

Al parecer había una especie de escándalo.

¿Una supermodelo proveniente de un país lejano saliendo con el príncipe?

¿Eso estaba permitido por el consejo?

¿Qué hacía yo aquí? ¿Qué quería del príncipe?

¿Cómo era posible que Su Alteza Rashid, el Príncipe de Kyriem, rompiera las propias reglas del reino, de su país?

Hoy en la mañana supe que, Rashid como príncipe no tenía derecho a escoger a su pareja, no mientras no fuera Rey, por otro lado, el consejo si tenía derecho a elegir alguien para él. Y yo, yo simplemente no podría tener ningún derecho a estar con él a la vista pública, yo no soy alguien importante, ni para los clanes, ni para Kyriem, según lo que creen los demás. Para el público yo solo soy una modelo reconocida, pero solo eso, además provengo de otro lugar, no tengo relación con Kyriem, ni pertenezco a una familia influyente que ellos conozcan. Y para el consejo, además de lo ya dicho, también formo parte del harem. Ninguna mujer del harem del príncipe tiene derecho a un puesto más elevado que el que tiene, no puede esperar tener algún otro tipo de relación con el príncipe.

— Encárgate del escándalo. Házlo disminuir. Cuento contigo para ello — Rashid lleva un largo rato hablando por teléfono — Madani intentará hablar con el consejo y los contendrá hasta que yo llegue a palacio mañana. Está bien, Zaffar.

Lo veo colgar la llamada y pasarse la mano por el cabello con algo de frustración.

— ¿Te arrepientes? — Él se gira y me ve — Es mi culpa. Lo siento.

De alguna manera me siento culpable. Fuí tan insistente.

Yo no sabía la magnitud de los problemas que algo tan simple podría traerle a Rashid.

— De ninguna manera. No debes disculparte — Habla desde donde se encuentra — Yo sabía las consecuencias de mis actos, y no me importó.

— Yo... ¿A todo ésto te referías cuando dijiste que acercarnos no era correcto? — Él no responde — Mierda — Veo hacia un lado.

— Supongo que una parte de lo que dije tenía que ver con las reglas con las que crecí, pero me refería más al hecho de que eres la heredera del hombre más poderoso entre los clanes — Sonríe de medio lado — Quizás yo podré ser el Príncipe de Kyriem y heredero de un clan, pero estoy por debajo del clan de los Lucien. En pocas palabras, tu puesto es mucho más elevado que el mío, y estando en mi harem, habiendo sido secuestrada y sin haberte devuelto, es un insulto inmenso, tanto para tí, como para tus padres. Ah, y también incluyendo las reglas de los clanes.

— ¿Por qué sonríes?

— Porque es irónico que yo te exija seguir las reglas cuando yo he estado rompiéndolas también — Suelta una caracajada ronca, pero suena algo histérica — Y lo más interesante de todo es que... me ha estado valiendo. Una. Mierda — Respira profundo y luego fija su vista sobre mí mientras exhala.

— Sigo creyendo que es mi culpa. Tengo parte de la culpa al haberte tentado y exigido.

— Ruelle, las personas son dueñas y responsables de sus propias decisiones, por más tentadas que se vean  — Eso me lo hace saber con una firmeza que me cala los huesos — Yo soy responsable de mis actos, yo sé lo que hice y lo que hago, sé las consecuencias de cada uno de mis movimientos. Estoy totalmente consciente de todo ello y de las reglas que me atan, siempre lo he estado — Ladea la cabeza y pasa la mano por su cuello — Ésta vez he cedido ante tí porque me siento bien. A pesar de toda la mierda que me rodea y cada uno de mis jodidos problemas que siempre terminan agobiandome, ahora no me siento como una jodida basura. Tú estás cerca y por alguna razón eso me hace feliz — Se mueve de su lugar — Nunca se me ha permitido conocer lo que es la felicidad o algo similar, y justo ahora que creo saber lo que realmente se siente y significa, no pretendo dejar que nadie me lo arrebate. No me importa lo que eso signifique para los demás — Se acerca a mí de manera firme y toma una de mis manos — No sé qué es exactamente lo que hay entre nosotros, ni cuanto tiempo durará. Sé que te irás en algún momento y yo me quedaré aquí... Aún así, quiero disfrutarlo todo lo que dure. Quiero tomar toda la felicidad que seas capaz de regalarme y disfrutarla junto a ti.