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"Necesito oír el dulce sonido de tus gemidos" rosenfeld - I want to

BLUE

De vuelta a la universidad, papá estable, mamá y su novio fuera del edificio. Todo iba de maravilla, caminaba por los pasillo de la universidad buscando el laboratorio de biología pero me rendí al no encontrarlo, tampoco iba a meterme a uno de los salones a preguntar dónde quedaba, mi celular sonó en mi bolsillo derecho lo saqué para ver las notificaciones desde la pantalla de bloqueo.

E: ¿Dónde estás?

Suspire

Y: En el pasillo del tercer piso, ¿por qué?

Espere unos minutos para que me pueda responder.

E: Ven a los vestidores, es urgente.

Resople regresando a las escaleras para ir a los vestidores, toque la puerta antes de entrar se escuchaba una de las duchas abiertas mordí mi labio cerrando la puerta detrás de mi.

—¿Eric?

—Hola mocosa—parece frente a mi, solo vistiendo una toalla.

—¿Qué estas..?

—Sígueme—hace un movimiento con la cabeza.

Lo sigo por los casilleros hasta lo que parece ser la oficina del entrenador, abre la puerta dejándome pasar primero para luego adentrarse y cerrar la puerta detrás de el.

—No entiendo cual es la urgencia—me giré.

Vi como cerraba las persianas de la ventana para luego girarse hacia a mi,—Tu eres la urgencia.

¿Cómo que yo soy la..?

Oh.

Se acerca a mi y me toma de las caderas para sentarme en el escritorio, su mano derecha se colocó atrás de mi nuca antes de atrapar mis labios en un ardiente beso. Su lengua toco la mía cuando enredé mis dedos en su cabello para atraerlo más a mi, se separa de mi para quitar mi blusa, eche mi cabeza hacia atrás cuando comenzó a repartir besos en mi cuello.

Sus manos desabrochan mis shorts y ágilmente  los desliza por mis piernas, se separa de mi para soltar una risa,—¿Desde cuando comenzaste a usar encaje?

—Uhm, tome unos cuantos de los cajones de Claire—murmuré.

Sonríe besándome otra vez,—Me encantas.

Mientras me besaba siento sus dedos recorrer mis muslos hasta llegar a mi intimidad, solté un jadeo cuando acaricio por encima de las bragas.

—Quiero que lo digas—dice con voz ronca.— Quiero que me digas lo que quieres que te haga.

—Follame—jadeo, otra vez.

Era bastante bueno que el solo esté usando una toalla al rededor en su cintura, mis manos recorren su perfecto abdomen hasta su hombría recibiendo un gruñido de su parte. Dedos deslizan la tela de mis bragas por las piernas y me obliga a acostarme en el escritorio.

—¿Si estás cuidándote cierto?—pregunta y asiento rápidamente.

Siempre responsable.

Besa mi abdomen bajando hacia mis piernas, vi estrellas cuando su aliento caliente golpeó mi intimidad, regresa a mi boca de manera inmediata para morder mi labio inferior, ni siquiera me había dado cuenta que la toalla había abandonado su cintura.

Y ahí debajo de su perfecta V, estaba el paraíso. Mi paraíso.

Entro en mi de una sola estocada y sin dejarme recuperar del gemido, comenzó a moverse sujetándome de la cintura firmemente, mordí mi labio para que mis gemidos no se oigan fuera de estas cuatro parades, pero era casi imposible. Eric sabia perfectamente cómo hacer esto y no me quejo, el podía hacer con mi cuerpo lo que se le diera la puta gana.

Era suya después de todo.

Las expresiones de Eric era algo que realmente no podía explicar, verlo embestirme era una imaginen que mi cabeza no tenía opción de borrar. Mi boca entre abierta soltaba pequeños suspiros y jadeos cuando mis uñas se posicionaron en su espalda.

Mis piernas comenzaron a temblar, hice una mueca con mi boca que hizo que Eric me besara, solté su boca y deslice mis uñas en su espalda dejando escapar un gemido en su nombre. Exhausta me deje caer en el escritorio mientras Eric seguía dando estocadas para dar su liberación.

Un gruñido sale de su garganta cuando sentí que bombeaba dentro de mi, apoya una mano a un costado de mi rostro jadeando, su cabello esta pegado en su frente debido al sudor con mi dedo índice quite un poco de ellos para ver sus bellos ojos esmeralda.

El sonríe y me da un beso corto, mi respiración esta hecha un desastre, sale de mi tragando saliva antes de verme,—Donde quiera y como quiera.

Hace referencia al comentario de ayer por lo cual sonreí soltando un jadeo, me pasa mi short y mis bragas que reposaban en el suelo.

—Tienes que volver a ducharte—digo bajando del escritorio.

El ríe,— Y tú tienes que ir a clases antes de que te pregunten donde te habías metido.

—Pues puedo decir que estaba follando en la oficina del entrenador con mi..—pause.

Vaya, ni siquiera sabía cómo decirnos.

—Se que no dirás eso.—el me sonríe tomando mi blusa para pasarla por mis cabeza.

Pasó mis brazos por las mangas de mi blusa, Eric besa mi nariz y arregla mi cabello con sus dedos una vez que lo hace me toma de las mejillas para plantar un beso corto.

—Te veo en el entrenamiento.

Le sonrió, me deja salir de la oficina primero para darme tiempo de que si me ven salir de los vestidores iba a poner una excusa de que buscaba al entrenador. Salí al pasillo y caminé rápidamente hacia las escaleras.

Eric Moore iba a volverme loca.

~*~

Todos de acuerdo que las músicas de Rosenfeld son perfectas para estas ocasiones?

Si? Si.

Déjame saber que opinas dejando tu voto y tu comentario.

Gracias por leer

Besos, Ash.

Besos, Ash

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El chico de al lado ©.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora