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Tres semanas y ya estaba en casa. Con todos los cuidados posibles y les he hecho bromas a los muchachos de "Desmayarme" realmente es algo gracioso ver sus reacciones, Eric me ha traído toda la tarea de la Universidad y obligó a Dave hacerlas junto a Nick.

Me encontraba viendo el techo jugando con una pelota de goma lanzándola al aire para que aterrice en mi mano derecha.

—Hola Mocosa—Eric entra a mi habitación.

Detengo la pelota para levantar mi mirada, veo que trae una bolsa de McDonald's lo cual hace que mis ojos brillen cuando se sienta frente a mi.

—¿Cómo te sientes?—pone una mano en mi frente cuando abro la bolsita de comida.

—Estoy bien—digo abriendo mi boca para comer una papita pero me fue arrebatada.

—Abre la boca—ordena y rodeó los ojos.

Abro mi boca y deja una de las pastillas que mando el doctor, me da un poco de agua para que la pastilla pase por mi garganta.

—¿Cual es tu temperatura?—pregunto y esta vez si saboreo mi papita.

—Normal, Eric ya deja de preocuparte—le sonrió.— Dios, me moria por comer un combo de McDonald.

—Tienes que seguir con el tratamiento, no queremos que te de lo de hace una semana.

Suspire.

Me había desmayado hace una semana porque no tomé las pastillas en el mismo orden que Eric me las daba. Fue frustrante porque vi a Claire llorando en el sofá y a los gemelos mordiendo sus uñas cuando me desperté.

Eric pone dos dedos en mi muñeca en el punto exacto donde se toma las pulsaciones mientras observa su reloj. Cuando parece haber terminado me da una sonrisa sin mostrarme su dentadura, ladeo mi cabeza cuando comienza a robarme las papitas de la bolsa.

Tres semanas sin sexo.

Su cara de confusión cuando pongo las papitas en la mesa de noche, tome su mentón con mi mano derecha para acercarlo a mi y besarlo. Extrañaba besarlo y sentirlo cerca de mi, no me había tocado desde la operación y eso me estaba matando.

—Blue—empezó.

—No, por favor. Quiero tenerte. Quiero todo de ti—susurre contra sus labios.

—Estas delicada—se separa para acariciar mi mejilla.

—A la mierda, Eric—bufé.— No me has tocado desde la operación.

El se levanta,—¡Casi te pierdo! ¿Me oyes? Trato de no tocarte porque, tengo tanto miedo de hacerte algo que te perjudique.

Comienzo a ver nublado, genial, iba a llorar frente a mi novio porque no me ha tocado desde la maldita operación. Logré ver su cara de preocupación y rápidamente se sentó frente a mi y me acerco a él haciendo que mi cabeza repose en su pecho.

—Es que, te extraño.—solloce.

Carajo.

Maldita sensible.

—Yo también te extraño—susurró.—Lamento haberte levantado la voz.

Asiento, me separo un poco para besar cortamente sus labios, me permito disfrutar el beso. Antes de que la puerta se abriera dejando oír la voz de Evan quien suelta un "Ouh" haciendo que me separe de él.

—Lamentó interrumpir—nos sonríe.— Pero vengo a darles una buena noticia.

Evan se había comportado como un ángel, había pagado la cuenta del hospital y ha estado pendiente de todo. Y pues, se ha llevado bastante bien con Eric, cosa que me sorprende un poco.

El chico de al lado ©.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora