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No me sentía bien.

Y lo digo en serio, esta vez no me siento tan bien. Y no creo que sean los nervios por el viaje, he tenido este sabor a metal en la boca desde que me levante hoy en la mañana. No se lo he dicho a nadie, porque no quiero preocuparlos a todos y que este viaje se cancele.

Todo menos eso.

Quería conocer a la abuela de Eric, tenía que hacerlo.

—¿Lista, cariño?—mi padre besa mi mejilla.

—Claro que si—le sonrió.

Estábamos todos en el aeropuerto, los chicos se despedían de Claire. Teníamos que hacer escala ya que un vuelo de 16 horas no era bueno para nosotros cinco.

Eric tomó mi mano para pasar por el pasillo hasta el avión, Dave estaba hablando con su novia por teléfono mientras los gemelos hablan de un videojuego nuevo que acababa de salir. Hice chequear mi pasaje y subí al avión buscando el asiento.

—¿Te ayudó?—el chico frente a mi, me sonríe.

—Por favor.

Pues le tocaba justo a mi lado en el avión, le agradecí y le pedí a una de las azafatas un vaso con agua para poder tomar mis pastillas. Eric le dijo a Tyler que me dejara estar junto a la ventana.

—¿Podemos ver una película?—pregunto Taylor.

—Claro, solo pídele a la azafata—Dave le responde.

Me siento, y busco las pastillas en mi bolso. Me tome la libertad de hacer el asiento hacia atrás para mayor comodidad, la azafata llegó con mi vasito de agua y le agradecí después de tomarlo en mi mano.

—¿Te sientes bien?—Eric acaricia mi mejilla, una vez sentado a mi lado.

—Mejor que nunca.

—¿Sabes cual es una de mis fantasías?—susurro.

Niego. Mirándolo curiosa.

—Tener sexo en el baño de un avión.

Lo golpeo en el hombro haciendo que riera gustoso. Ni siquiera me había puesto a pensar sobre ello, Eric tiene bastante imaginación de lo que se puede percibir. Todo el viaje pase tomando agua tratando de quitar el sabor metálico en mi boca, Eric estaba dormido así que aproveché para ir al baño, una vez en el mismo lave mi rostro antes de tocar mi sien con ambas manos.

Mierda.

Inhalé y exhalé, como diez veces tratando de que el mareo pase. Supuse que también debe ser el movimiento del avión, salgo del baño topándome con el chico de hace unas horas.

—Estás un poco pálida.

—Lo he notado.

—¿Has viajado en avión antes?

—Por supuesto que si.

—Vale, tampoco estés a la defensiva—me sonríe.— puedes comer una barra de chocolate, tal vez tú glucosa esté algo baja.

Asiento, finalmente yendo a mi asiento del avión, donde mi novio duerme plácidamente como si le hubiesen dado un sedante. Yo necesito un sedante ahora mismo.

El sabor metálico de mi boca aún no se ha ido, y estaba empezando a fastidiarme.

***

Primera escala, tuve que ir al baño del aeropuerto para poder vomitar, solo era el agua que había comprado hace dos horas. Baje de la cadena antes de salir del cubículo, en el baño estaban dos chicas de cabello negro, creo que de mi edad.

—¿Te encuentras bien?—pregunto una de ellas.

—Nayerlly, déjala en paz. Se ve que quiere espacio—susurro la otra.

—Andrea, mírala, luce pálida.

La pelinegra me mira y sus cejas se alzan de sorpresa, rodea a su amiga para poner una mano sobre mi hombro.

—¿Te sientes bien?—susurro.— podemos llamar a alguien.

Niego rápidamente,—Estoy bien, de verdad.

—¿Estás viajando sola?

—No, con mi novio y mis cuñados—respondí.

—Si te sientes mal, no dudes en decirlo—me da una sonrisa calidad.— Que tengas buen viaje.

—Ustedes igual—les sonrió a ambas.

Salgo del baño junto con ellas y veo a Eric mirando su celular sentado en la sala de espera del aeropuerto. Dave tiene su chaqueta en el rostro, esta cruzado de brazos en el asiento y los gemelos están en el piso apoyados en sus maletas, también dormidos.

Para ser sinceros, ha sido un viaje muy pesado. Me acerco a Eric y me siento sobre su regazo dejándole un beso en la mejilla, el me sonríe son decir nada, también luce cansado, yo estoy cansada.

Y no precisamente por el vuelo. Realmente me siento agotada.

—Te amo mucho—murmuré, acariciando su cabello.

—Yo también, mocosa—me sonríe.— luces fatal. Deberías dormir un poco.

—Gracias por decirme que luzco fatal—me rio.— tú también luces fatal.

—Gracias—se carcajea.— los idiotas están muertos.

—Puedo darme cuenta. ¿Siempre es así de pesado viajar a Australia?

—Nunca hemos hecho escala, así que si se ha hecho pesado—acaricia mi mejilla.— Ven cariño, duérmete un rato.

Me acomodo sobre su regazo de tal manera que una de sus brazos sostiene mi espalda, realmente no tenía sueño, pero como dije, estaba cansada.

—Estás un poco helada—susurra.

—Pues a decir verdad, tengo un poco de frío—musité.

Estira su brazo libre para tomar su chaqueta y cubrirme con ella hasta que nos llamen al otro vuelo. Me había quedado dormida, y puedo decir que se que lo hice porque luego de no se cuanto tiempo, abrí mis ojos para darme cuenta que Eric estaba cargándome al estilo nupcial.

—Hola mocosa—me sonríe.

—Puedo caminar, si no te importa.

Se detiene para bajarme, besa mi coronilla. Entrelazo su mano con la mía para entrar al avión, donde Dave se adelantó en buscar nuestro asientos.

—Este vuelo iré directo a Australia—Eric dice detrás de mi.— Así que no te preocupes, podrás dormir todo lo quieras cuando lleguemos.

—Eso suena increíble—admití.

Hago una mueca cuando siento una presión en el estomago, trato de sentarme rápidamente en mi asiento que milagrosamente también es junto a la ventana. Tenía frío, por alguna razón tenía mucho frío.

—Dave, ¿me prestas tu abrigo?—pregunte.

—Claro, ten.

Me lo coloqué encima del de Eric, doble mis piernas para que mis piecitos no pisen el suelo del avión, que sin duda esta frío. O tal vez soy yo.

Suspire.

—¿Todo bien, bonita?—Eric se sienta a mi lado y pone una mano en mi rodilla.

—Todo bien, solo.. quiero tenerte cerca.

—Ya me tienes cerca.

—Quiero tenerte aún más cerca—me acerco a él.

Pasa un brazo por mis hombros, beso su barbilla y lo veo sonreír. Besa de manera corta mis labios y le sonrió de vuelta.

Amo mucho a este chico.

~*~

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Gracias por leer!

Besos, Ash.

El chico de al lado ©.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora