009

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Martes por la mañana y todos en el edificio parecen estar metidos en sus asuntos, me dirigía a una de mis clases cuando Eric se para frente a mi con una sonrisa en el rostro.

—Mocosa.

Rodeó los ojos.

—Eric—digo.— ¿Qué quieres?

—Ven a verme en las prácticas hoy—dice apoyándose en los casilleros.

Eso es nuevo.

—¿Para que o que?—alce una ceja.

Aun estoy molesta por no decirme nada cuando me arregle para el.

Estúpido bastardo.

Bueno, el tampoco sabía que era para el pero me da igual. No me dijo que estaba bonita.

—Ven a verme y te compraré un helado después—toca mi nariz.

Torcí mi boca.

Helado..

No le puedo decir que no ha un helado.

—¿De vainilla y almendras?

—De lo que tú quieras—sonríe.— ¿Vienes?

Miro el reloj del pasillo, bueno... no creo que sea tan malo faltar a una clase, ya que estoy dándole mi apoyo al equipo de la Universidad.

O más bien a alguien del equipo.

Da igual.

—Bueno—me encogí de hombros.

Siguiéndolo hasta el campo de Lacrosse, me senté en las gradas y espere al equipo para que salga a entrenar, veo a Jackson guiñándome el ojo y a Sam haciendo un gesto con la mano en forma de saludo.

Efectivamente tengo conflictos de chicos.

—Señorita, es una práctica privada—dice el entrenador.—Solo porristas pueden entrar.

Bufé levantándome y saliendo del campo, genial una clase perdida y ni siquiera vi a Eric entrenar. Entre a mi salón, tarde obviamente. Recibiendo un sermón por parte del profesor, esta mañana no puede tornarse peor.

Luego de la universidad vi a nuestro nuevo inquilino con bolsas de supermercado presionando tres veces el botón del ascensor. Me paro a un lado de el y presiono el botón.

—Solo hay que esperar unos minutos.

—Gracias.. ¿Blue, cierto?

—Si—le sonrió.

Ambos entramos al ascensor, presione por el nuestro piso. Veo como unas puntas sobresalen de una de las bolsas de compras y mis ojos se iluminaron.

—¿Te gustan los cactus?—señaló la bolsa.

—Oh si, traen buena vibra—me sonríe.

¿Será este mi ser amado?

—¿Llevas tiempo viviendo aquí, Blue?—pregunta.

—No, acabe de mudarme hace poco—digo cuando las puertas se abrieron.— ¿Ya arreglaron tu ducha?

—Aún no cae agua pero Claire dijo que iba a llamar al plomeros.

—El edificio es un poco antiguo así que, deberíamos acostumbrarnos.

Caminamos hasta su puerta y trata de abrirla con las llaves, lo ayudo en eso y con algunas de las compras que trae en brazos.

—Gracias Blue, eres muy amable—dice suspirando.— ¿Quieres que te prepare algo?

—Oh no, así está bien—le sonrió.

El chico de al lado ©.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora