BLUE.
—Tierra llamado a Blue—dice Sam pasando una mano por mi rostro.
Parpadeo, estaba tan ocupada viendo como todos en la cancha se empujan y se insultan mientras que Eric solo está hablando con el de la portería.
—Te has ido a la luna —se ríe.—No te involucres con Moore, no es bueno para ti
No me digan eso que más me han ganas de conocerlo, soy muy terca cuando se me mete algo en la cabeza.
—No entiendo nada de este juego —cambie de tema.
—Es como el hockey solo que se juega en pasto —me explica.— Y tenemos que anotar.
—Ah.
El partido finalizo y ganamos 10-8, Sam dijo que si el equipo seguía así iba a llegar a la final de temporada. Todos abandonan las gradas hablando de una fiesta, así que como yo ya soy mayor de edad tengo permiso de tomar mis propias decisiones. Al menos en California.
—¿Puedo ir?—digo a través de mi teléfono.
—¿A que hora volverás?—mi padre suena cansado.
—Temprano papi.
—Esta bien puedes..-
Colgué. Tome a Sam del brazo y seguimos a todos los muchachos hasta la fiesta, la música retumbaba por todo el lugar y mi corazón bombea a su ritmo, luces en todas las paredes y barriles de cerveza apilados en la cocina.
Con que esto es una fiesta universitaria. Nada comparado cómo ir al sótano de Xavi y beber cerveza después de clases.
—Quédate aquí, veré si mis amigos están por aquí—dice Sam soltando mi brazo.
Cuando Sam desaparece entre tanta gente me dispongo a buscar un vaso para tomar un poco del alcohol que está en los barriles. Lavo con cuidado el vaso de color rojo y lo lleno. Visualizo la mesa para ver si hay algo apetitoso pero nada, solo funda de frituras vacía.
—¿Por qué tan sola primor? —dice el chico desde la otra esquina de la cocina. Fumando un cigarrillo.
Ignóralo Blue, si se acerca le da una patada en las bolas.
Fácil, repasemos la acción.
Se acerca, dejas que te toque, levantas tu rodilla y..
—¿Qué crees qué haces?—dice el chico enfrente de mi.
Wow, que rápido camina.
—Mi novio me está esperando—digo saliendo de la cocina.
Fiu..
Eso estuvo cerca.
Iba a llevar el vaso de alcohol a mi boca pero una mano me quita el vaso de la mano, miro ofendida a quien lo hace y mis facciones se sorprenden al ver a Eric frente de mi.
—¿Qué estas...?
—No puedes beber esto —dice y alzo una ceja.
—¿Y tú quien eres para prohibirme lo que debo tomar?
El niega con la cabeza y señala mi vaso:— Los hielos no están flotando.
—¿Y?—digo sin entender nada.
—Significa que pusieron algo en tu bebida, niña tonta—rodea los ojos.— He visto todo, el chico puso la ceniza de su cigarrillo en tu bebida.
—Oh..
—No descuides tu vaso, mocosa—tira el vaso de cerveza al suelo.— Sígueme.
Lo sigo hasta la cocina, donde está el mismo chico de hace rato, doy un grito cuando Eric lo golpea en la mejilla. ¿Pero que le sucede?
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El chico de al lado ©.
Roman d'amourBORRADOR 2021 (EN EDICIÓN) "-¿Me dejas usar tu baño?" Ahí estaba yo, en frente de su puerta, vistiendo mi toalla de delfines con shampoo en mi ojo izquierdo. No fue una muy buena impresión ahora que lo pienso claramente. El era alguien muy difícil d...