Estuvo bien un poco de descanso entre los amantes apasionales, jóvenes e inexpertos en el amor de Yon Sook y Jungkook. Un día de tranquilidad, estuvo bien. Un pequeño receso de las movidas altas y bajas de la montaña que estaban teniendo que cruzar, fue necesario para recuperar fuerzas y ahora si, que nada se escapara de su mirada ni de sus sentidos.
Después de aquella tarde donde sólo se concentraron en conversar como antiguos colegas y compañeros. Decidieron el día siguiente concretar una reunión urgente de una renovación de pasos y planes que debían seguir.
Ya no podían jugarle al ciego. Debían actuar, era hora o nunca. El día que se albergaba sus esperanzas sobre la terrorífica verdad —que de terrorífica tenía más el descubrir que todos sus pensamientos erraron— estaban a la vuelta de la esquina para ellos.
Pronto se sabría todo.
Tanto tiempo, y al fin. Era hora de la verdad.
Anterior a ese día, Yon Sook platico con Jungkook acerca de los libros que ella había llegado leer antiguamente, como sus libros favoritos y sus preferencias en los géneros actuales de la época. Le contó con tímida emoción sobre las veces que su padre llegó a escribirle algunos cuentos para niños cuando apenas ella empezaba a crecer y ya se había terminado todos las ediciones existentes y acomodadas sobre la biblioteca de su padre. Y claro, como su madre no le dejaba al pobre hombro comprarle más libros, el tuvo que llegar a escribirle en secreto algunos relatos cortos y fructíferos para Yon Sook.
—Debió ser buenos tiempos. En lo personal, no recuerdo haber pasado tiempo más que para trabajo del país, con mi padre.
—Tu padre no es buena persona. Será eso.
Jungkook volteo su cabeza y miró el perfil bien definido con sus pumulos y sus labios bonitos de Yon Sook. Luego río.
—¿Se buela de mi, Laird?
—Por supuesto que no, no podría hacer tal incoherencia. Solo me reiría contigo en todo caso.
—Entonces, ¿que te da tanta risa?.
—La ironía de la vida —dijo suspirando lentamente —yo no puedo confiar en mi padre por que podría Matarme, y tu confiaste en el tuyo ciegamente a pesar de muy tontamente, creer en algo que todo daba en su contra.
—Tu humor es muy negro, ¿lo sabias?.
Jungkook con acidez, miró hacia el techo de nuevo, clavando su mirada de media noche en un punto fijo en el papel tapiz de flores azules que tenía sobre su cabeza. Recordando momentos tan desastroso para cualquier niño de ocho años, como para cualquier adulto que pueda sobrellevar tales traumas.
—Si no me rio de todas las desgracias que he tenido —respondió cortante —, ya me hubiera suicidado, Yon Sook. Es mejor reír que llorar.
—No digas eso, suena horrible.
—Lo fue. No dudes por un segundo que lo fue.
Jungkook por su parte, le resumió a Yon Sook su épocas de entrenamiento de guerra.
Le dijo con una risa nerviosa pero orgullosa por su desempeño, que el cuando empezó en el ejército no era para nada bueno con el trabajo manual, el esfuerzo físico, y el manejo de espada y caballo.
Le mostró una cicatriz de la vez que lo retaron a pelear a espada y espada con uno de los generales a cargo que no estaba contento con la monarquía, y por tanto, lo le agradaba Jungkook ni un ápice, ni tenerlo en el mismo campo de entrenamiento, ni tampoco verle la cara casa vez que se encontraban en los cambos de ejercicios de cuerdas que les ponen todas las mañanas hacer antes del desayuno.
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Three Kingdoms of Korea - Jeon Jungkook☑️
Fiksi Penggemar[COMPLETA] La devastadora carta que recibió la familia Dong, fue el fin de la familia modelo, el desgaste de esa misma. El fin fue el inicio de una nueva historia de amor y misterio, en busca de un familiar, un amor y una verdad. >>Derechos reservad...