Parte 58: Jungkook

2.1K 137 42
                                    

Había corrido tal cual, como un esquizofrénico salido de la mazmorras oscuras y sin fin.

Había acelerado el paso, como si mis pies callosos y adoloridos, fueran una aligerada carga de galopeo de caballo.  Lo hice, que mis piernas empezaron a arder como fuego y mis músculos y piel ardió en llamas de gotas de sudor que quemaban mi alma y cuerpo. Fue, hasta que no pudieron más.

Grité a bramidos de ruego su nombre hasta quedarme sin voz. Sentía mi corazon latir sin descontrol, sin aire, sin vida. Saliéndose de mi pecho, desgarrandome por dentro.

Había suplicado. Y al final, había caído de rodillas contra la tierra y las piedras pequeñas y puntiagudas, encagandolas en mi piel provocando diminutos rasguños que no sentía de lo mas minimo. El dolor emocional, era tan fatigoso y desmesurado, que ni siquiera sentía los látigos de cortes en mis piernas agrandarse, y la sangre correr por sobre pantalón, manchando y oscureciendo poco a poco, la prenda, al mismo tiempo que la huída de ella, ensombrecía mi vida. Esperando que ella se detuviera.

La tierra y el polvo grisaceo, me entro en los ojos. El viento se agitó con ferocidad y golpeo mi cabello. Escuchaba los silbidos diminutos canteros de los pájaros volando por encima de mi.  El mundo seguida andando.

Pero yo sentía como si mi vida, mi mundo, mi lastimera realidad, hubiera terminado en ese preciso instante.

Porque ella, nunca regreso.

Ese día. Un grupo de mis soldados y guerreros venía por detras de mi a caballo en galope. Cuando me vieron en el suelo, sudando, con la respiración un asco y llorando a lagrima suelta y rugiendo en chillidos suplicantes por ella. Mi mujercita. Todos se bajaron en silencio, se acomodaron detrás de mí, y me acompañaron en mi desdicha sin pronunciar una sola palabra.

Me quede ahí tirado hasta el finalizar del día. Y cuando me puse de pié sobre mis adoloridos piés. Decidí que no iba a soportar vivir sin ella. Me di cuenta cuando el viento golpeó mi cara por consecutiva vez, de lo imbecil que fui.

La había puesto a prueba creyendo que si le hablaba de la boda con su hermana ella me iba a detener, suplicar y abrir su corazón. Sin darme cuenta que, en realidad, el unico que se puso a prueba fui yo. Y por eso la perdí.

Jugue con fuego y me queme.

Nunca antes había sentido el sentimiento de derrota tan efímero y que me importara tan poco. Nunca antes había quitado mi orgullo por algo. Nunca antes me había arrepentido de una decision pasada aun si lastimó a alguien. Nunca...

Pero ahora mismo. Todos esos nunca se volvieron en el presente. Mientras las lagrimas saladas mojaban mis labios y caían como gotas hacía mi mentón, supe que no sería el unico día que iba a llorar por ella.

Todos los dias iban a ser iguales.

Todos los días iba a encerrame en nuestro cuartito e iba a abrazar las sabanas donde ella estuvo envuelta y desnuda, esas que no deje que nadie tocara ni lavara, e iba a enterrar mi cara en ellas, aspirando las pocas muestras de su olor que aun seguian en ellas. Recordando a Yon Sook ese día. Conviertiendose completamente en la unica mujer de mi vida de ahora en adelante.

Cuando cayo dormida en mi pecho. Sabía yo que jamas iba a poder estar con otra mujer de esa forma. Ni en mi lecho. Ni en mi corazón.

Cuando jugue con ella para que creyera que Jimin era el padre del bebe de su hermana, no creí que iba a ser la decision de la cual me iba a arrepentir tanto hoy en día.

No creí que iba a enamorarme de ella.

Porque esa tarde que se fue. Mientras veía la carreta marcharse y perderse en el horizonte blanco. Me quite la venda de los ojos y yo en voz alta lo dije.

Three Kingdoms of Korea - Jeon Jungkook☑️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora