Parte 3

2.4K 235 2
                                    

Aún faltaba una hora para la cena. Jungkook no podía estar más molesto en esos instantes. Queriendo degollar la cabeza de su hermano presumido y arrogante. El recordaba con añoranza a su valiente hermano que el miraba como un héroe y una persona a la cual admirar y recordar. Pero su regreso solo fue un desastre para Jungkook, los valores que su madre se empeñó años en inculcarles, se fueron a la borda junto con su sinceridad y humildad. Él pelinegro sabía que él tampoco era la persona más caritativa, o humilde de Corea. Pero aunque sea no denigraba a los demás, y odiaba como sus padres se ponían de lado de su mayor, a que el de el.

El se quedo, siendo ahora el heredero al ganado y agricultura de su familia. ¿Porque no le daban su lugar? No entendía que había hecho mal, todos estos años demostrando su hombría y valentía ante situaciones poco comunes y difíciles. Él era inteligente, demasiado para saber que algo pasaba en su casa, y querer averiguarlo. Solo que el día en el que encontraría la primera pista del Suceso sería el mismo día del la celebración y el aún ni lo sabía. Solo quería escapar un momento.

Bajo las escaleras de piedra donde habían muchas familias importantes habitando allí. Saludo con elegancia y hombría común en el. Se marchó al salón solitario a tomar una copa o algo que tuviera alcohol. Le necesitaba. Cerró la puerta tras suyo y se encaminó a la pequeña mesa de cristal tallado para su madre, que el mismo le regaló el año pasado. Tomo uno de los vasos que descansaban allí en espera y luego fue a las repisas de las bebidas por alguna que le dejara satisfecho. En realidad tomo la primera que encontró, destapando el contenido y vaciándolo asta el tope con ganas de estar en mal estado para la cena.

-¿Acaso puedes beber aquí? - Se dio le vuelta, escupiendo la mitad de su bebida al suelo. Miro el chorro caer con molestia y frunció el ceño hacia la chica que le hablo desde su espalda. Pero su enojo no le duró en absoluto.

Era hermosa. Tenía el cabello castaño asta la cintura con olor desprendiendo de este, llegaba asta las fosas nasales de Jungkook, haciendo que el respirara pesadamente más de una vez. Ojos enormes como manzanas que le observaban curiosos y divertidos. Esa mirada le dejó perplejo. No podía pensar en nada más que aquella hermosa dama, que parecía ser un ángel caído del cielo.

-Es mi casa - Contestó en susurro, más para el que para la chica. Ella sonrió acercándose un par de pasos a Jungkook.

Yang Mi, había paseado por el enorme palacio en el que se encontraba, en busca de su Guerrero de brillante armadura. Sin embargo se encontró con el hermano menor. Jungkook, se lo pensó, para dejarlo solo con su borrachez, pero en seguida creyó que era beneficio para ella, llevarse bien con el hermano, de lo que ella quería que fuera su prometido. A los ojos de Yang Mi, Jungkook era un crío de la edad de su hermanita que podía encajar con ella perfectamente. Los dos inmaduros, y no estaban listos para el matrimonio. Eso creía la mayor de las hijas Dong. Puesto que no creía que el amor ,por el que se profesaban Park Jimin, y su pequeña mejor amiga, fuer puro y verdadero. No se creía en que fueron hechos el uno para el otro, sin embargo, ella estaría encantada que Jungkook. Siendo un niño, empezando ha hacer un hombre, como una oruga siendo mariposa. Se enamorara de su hermana y hicieran una familia guapa y con muchos herederos. No entendía que Jungkook, la miraba con ojos de admiración y fascinación.

-Lo sé. Y mis más sinceras disculpas si le he molestado -¡Pero qué va!

Pensó Jungkook, acercándose a ella, alejando la bebida. Era educada y muy guapa. Jungkook no paraba de pensar en que comprometerse con ella sería la salvación a sus problemas. Le gustaba y era hermosa, educada y se veía que inteligente. Sensata más que nada, eso buscaba en una mujer, la madurez para las decisiones de todo un imperio, como el que el tendría en sus manos. Relamió sus labios con interés hacia la chica. Quería conocerla, y a su familia, dejarles en claro que sería beneficioso para todos, económicamente, y educativa mente, a sus hijos no les faltaría nada. Si sus padres lo deseaban, podían quedarse a vivir asta que su hija se case con el menor de los Jeon. Jungkook ya estaba planeando todo.

-Para nada. Por Favor  quédate - Pidió mirándola directamente a los ojos. Él siempre usaba la misma estrategia para atraer al sexo  opuesto, solo que esta vez no le funcionaba como quería. Ella no veía más que un pobre niñato hermano del a,por de su vida.

-Tengo que buscar a mi hermana - Señaló detrás ella, y le sonrió con amabilidad y una reverencia - Espero encontrarlo nuevo - Yang Mi, pensó que se verían seguido después que su hermano se comprometiera con ella. En cambio, Jungkook tomaba su palabra, para verse como pareja.

--------------------------------------------------------

Three Kingdoms of Korea - Jeon Jungkook☑️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora