Parte 22. Despedida Antes De Unos Días Sin Lairds Y Ladys

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Es un capítulo muy largo, si les molesta lo divido en dos partes. Es muy largo porque a estos personajes no se les vera un tiempo, muy triste, pero cierto. Así que este es un especial donde saldrán todos los más importantes y un ratito compartido con la única que se quedará en el palacio. Disfruten Xoxo.

Vagaba por los pasillos de la escalera oeste directo a mi ex antigua habitación. Iba directo a dejarle el vestido a Yang Mi, y a hablar un poco con ella. Mañana se iría, y quería conversar con ella antes que se marchará. Sabía que no era sincero lo que tenía planeado hacer pero... Pero aun así lo haría, tenía pensado en ser buena hermana, desearle suerte y apoyo mientras yo le aconsejaba cosas de hermanas para su viaje. Toda una farsa el echo que ni siquiera por mis mas ocultos pensamientos se me ocurría ni caminaba la idea que fuera sincero, ¿Qué era sincero a este punto de la vida?, a mi punto de vista todo era falso, hasta yo misma que tenía la certeza de siempre haber buscado la honestidad de las cosas, de las personas y de todo en general. Que la tristeza se embriague ahora mismo de males pensamientos nocivos.

Me había mentalizado en creerme lo yo misma, en buscar sentir empatía, y ser sincera cuando quería desearle un viaje ameno con su prometido y mamá, pero no logre. No lo siento ni lo sentiré nuca de nueva cuanta, no estoy feliz por ella, no le deseo lo mejor y... Y no somos hermanas de lazo fraternal ahora lo único que ,e une a esa descocida, es un hilo de sangre que me usurparía si poseyera la oportunidad, eso es lo único que siento respecto a Yang Mi. Una profunda indiferencia.

La odisea había salido mas temprano de lo propuesto, y ahora tendría que irse al alba junto con los lairds y mi madre, iba a quedarme sola con el rey y la Reyna al parecer. Ella ni siquiera había sido contemplada al final para ello. Punto de suerte, tal vez; podría quedarme a su lado todo lo que quisiera. No creía que él Rey tuviera la desfachatez de simplemente ir a por mi cuando estaba con su esposa, sea como sea su tipo de relación era importante el visto que daban entre respeto de ambos.

Las antorchas de color marfil junto con el fuego encendido en ellas alumbraba libremente el pasillo principal de esta ala. Caminaba solo escuchando mis pisadas y llevando conmigo mi propia lamparita, la misma que usa a la hora de entrar a los pasadizos del palacio. Algo que me estaba dando cuenta ahora sola, de noche, y caminando sin alcanzar a escuchar nada más que silencio; es que, también habían pasillos de la misma forma curvilinear de las cámaras, no se veía el fin, tenía que doblar y doblar sin saber que me podría encontrar.

Termine el peñasco de las escaleras, di vuelta curva en un pasillo. Y ocurrió; Todo fue muy rápido. Como una ventisca. En menos de un segundo la lámpara quedó en el suelo, mi vestido estaba empapado de petróleo en el dobladillo final, y el vestido de mi hermana cayó en el piso también, terminando junto con la lamparilla. Alguien me estaba tomando del brazo con fuerza, y no podía poner resistencia, con la poca luz del pasillo ni siquiera distinguía bien quien era, y me empeñaba a ver lo que había terminado en el suelo sin querer ver en realidad a mi secuestrador. ¿El rey?

Sentí como mi cuerpo era golpeado y ahora veía libremente la cara del sujeto misterioso. Suspire de un alivio profundo en una bocada de aire sumergida en consuelo. Gracias a dios que no era el Rey.

Pero posiblemente fuera en esos instantes; alguien mucho mas peligroso que él.

—¿Estas feliz, Yon Sook?, estás feliz de mandar al demonio, justo cuando hoy, te dije que no lo hicieras. —ahogue un gritillo cuando Jeon Jungkook nos metió a una habitación a oscuras pegando mi espalda contra la puerta y mirándome rojo de furia. El también tenía una lámpara de pólvora, alumbraba levemente la parte izquierda de su cara y el la mantenía lejos de nosotros los costados de sus caderas. Me quedé sin aliento y un golpe de culpa relleno mi rostro al ver su cara. Tenía un ojo morado, el labio partió y, y sentía que en realidad no estaba usando mucha fuerza para conmigo. El ojo y el labio no era lo único que Jeon Jungkook tenía lastimado, podría jurarlo. También tenía una cajita consigo.

Three Kingdoms of Korea - Jeon Jungkook☑️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora