Three Kingdoms of Korea - Jeon Jungkook☑️

Parte 60: Capitulo Final

Nota de la autora: primero que nada. Una disculpa por la tardanza. Y también este capítulo podría estar dividido en dos, es bastante extenso, pero quería que el ultimo capitulo fuera el mas largo. Asi que... Si no les gusta los capítulos extra largos, una disculpa.

Espero que lo disfruten. Porque solo falta el epílogo.

(...)

Jung Hyung ingresó a la caverna dejando a Mina fuera.

El lugar estaba vacío, excusando a un hombre detrás de la barra de los barriles repletos de cerveza fría y exportada. Limpiaba las jarras de hierro donde servía a los comensales por la noche y tenia un trapo mugriento y gastado para limpiar las jarras. No alzo la cabeza cuando el guerrero, entro.

El sitio era lúgubre, solitario, pobre y a punto de caer en ruinas. Lo recordaba mas vivaz en sus épocas de jovén aprendiz. Si algo no había cambiado, era la posición de la barra en la esquina al fondo de la izquierda. Las sillas no soportarían el peso de Jung Hyung si se sentaba. Y reconocía que era tan miserable el sitio, como cualquier otro cuando después de años de gloria comercial, te llegan nuevos contrincantes.

De caminó a ese punto, habían pasado al menos cuatro cavernas por detrás. Ahora sabía el porque Yon Sook escogió ese sitio. Esa mas dificil encontrarla en un lugar a punto de quebrar que en un sitio concurrido y famoso. Nadie del palacio se detendría a preguntar por una muchacha en un bar de hombres en esas circunstancias.

Ya ahí, fue directo con el cervecero y pregunto en alto:

—Busco a Dong Yon Sook.

El hombre no se inmuto ni un pelo.

—Ese nombre no me suena. —Jung Hyung no se movió y el hombre alzo la cabeza para mirarlo con sarcasmo —¿Es sordo? Suerte a la proxima.

Era un claro "lárgate".

Pero ese obstinado no se iría.

Saco un par de monedas del bolsillo y de mala gana las colocó sobre la barra. Él hombre dejo de limpiar la jarra entre sus manos para mirar ese dinero.

—Aunque lo quisiera. No conozco a nadie con ese nombre. —Suspiro con hastío y lo miro a los ojos con honestidad. —Ningun Dong Yon Sook ha pasado por aquí. Y venga que yo recuerdo caras —lo analizo fijamente — y nombres, por supuesto. ¿No es así Príncipe?. Usted ya estado aquí antes.

Decidió creerle. Asi que salio de la caverna con malas noticias para Mina que estaba sentada a lado de los caballos mirando hacia el pueblo. Ella, se quedo pensando un momento extrañada que no reconociera el nombre de Yon Sook.

El blanquillo se prendió en la cabeza como un golpe en el cráneo.

—¡Oh! En la carta que me dio estaba firmada por otro nombre. Hay que intentar con ese. Era... ¿Gyo So? ¿Gumi Yo? ¡Gui So!. Ese era

—Lo intentare. —resoplo pasando su mano por el cabello hacía atrás —Si no, estamos de nuevo sin ninguna pista para encontrar a mi rebelde. —se notaba abiertamente decepcionado. Mina alzo la mano y la acomodó sobre su hombro para reconfortarlo.

—La encontraremos. Ella nos dijo que era este sitio, entonces este sitio es. Estoy segura.

—Eso espero.

Y entro de vuelta dentro de la caverna de madera húmeda y olor a cerveza. El dueño del sitio ahora si lo miro mientras se acercaba a la barra con atención.

—Y ¿que me dice de Gui So? ¿Ese nombre le suena?.

El señor sin cambiar la expresión de su rostro, lo observo sin parpadear. Hasta que dejo la copa en la barra y camino para salir de ella alzando la escotilla de madera.