Three Kingdoms of Korea - Jeon Jungkook☑️

Parte 37

Todos en aquella fría y consternada habitación. Se quedaron completamente pálidos, algunos pensando, quizás, en que no podía ser más que una desdicha aquel fatigoso día. Yon Sook miró a su alrededor, tratando de que por fin, Jeon Jungkook posara sus ojos azabache sobre su compañera de planes, y le diera alguna señal, algún indicio de que hacer en circunstancias tan airadamente fuera de lugar. Pero el malévolo, maquiavelico, firme, sistemático, inmutable flemático y con un centenar de sinónimos mas de lo que era Jeon Jungkook, estaba al igual que los otros dos, en un estado de trance total. Tal imagen para Yon Sook era ciertamente desconcertante.

Es cierto que no esperaban ni por lo mínimo la visita de Park Jimin al palacio. No estaba ni en sus planes ni en sus problemas. Pero ahora de forma inesperada se había convertido en una piedrita pequeña metida en la suela de sus zapatos. De esas piedras incomodas, que no te dejan caminar a gusto, hasta que te deshagas de ellas. Sin embargo, Yon Sooñ tuvo solo el inicio de la impresión de saber que Jimin. Su Jimin. Estaba en aquel lugar, a tan solo unos minutos de ella.

Tan cerca, y tan lejos.

Así lo sintió Yon Sook. Ella por un instante se sintió abrumada por la oleada de una ventisca grande, granítico y polvoroso de puros sentimientos encontrados en su corazón. Estaba confundida. No al respecto de que sentía, o que pensaba acerca de Jimin. Si no esa confusión que ocurre a veces en la vida de una persona, donde anteriormente del día presente, habías pensando en un lugar especifico, en un sentimiento único, en un cruce de miradas, una estrechada de mano, en todo un ambiente de algo que aseguras que va a ocurrir. Sabes que tarde que temprano va a ocurrir. Pero cuando llega, no es felicidad lo que sientes, no es euforia, no es alivio, no es tranquilidad, no es el desapego a la soledad, si no tu adhesión a ella. No es calma ni tampoco cariño lo que sientes.

Es todo lo contrario.

Yon Sook se sintió sofocada con esos nuevos y horribles sentimientos que le dejaba un mal sabor de boca como si hubiera antes de saber que Jimin estaba aquí, tomado una bocado de alguna medicina con mal sabor. Así se sentía. Enferma, y con muchas ansias de no tener que verlo.

-Bien.- Jungkook al fin salió de su entumecimiento por la noticia, y ahora que su mente dejo de trabajar por segundos dejando una cortina blanca sin pensamientos, parecía que su cerebro recobrado en vida y colores, trabajaba diez por segundo, todo con relación a Park Jimin. No miro a nadie, no miro a Yon Sook como ella esperaba que hiciera, tan solo para comunicarse en miradas que iban hacer. Pero no.

Jungkook le dio la espalda a todos, y con su porte elegante y frio, salió de la habitación con un aura oscura radiando de su cuerpo.

Yang Mi se puso temblar en ese mismo instante.

Miro a Yon Sook, y su careta de hermana molesta que venia a declararle la guerra a su hermanita, había caído a un precipicio sin salida por culpa de Park Jimin. Siempre era Jimin para Yang Mi, siempre el tenia que aparecer en los lugares menos adecuados en momentos poco convenientes para ella. Lo odiaba con toda su alma, pero ahora, tenia otros planes para Jimin que no eran el pelearse por su hermana. Necesitaba hablar a solas con Jimin. Yang Mi podría ser ilusa, pero no estúpida, y ella también sabia manejarse a su conveniencia cuando se encontraba en desventaja, y ahora, estaba segura que mas que un dolor de cabeza, la presencia de Jimin en el palacio iba a ser glorificarte para Yang Mi.

Sonrió sin querer mostrar sus sentimientos y pensamientos hacia nadie. Pero no lo evito, al fin se sentía feliz de algo que no salió como ella quería. Las cartas estaban a su favor, y tenia las mas valiosas. Fue la siguiente en salir sin decir ninguna palabra. Todos se dirigían a donde mismo: a saludar al nuevo invitado.

Jung Hyung se quedo un poco mas de tiempo. El sentía un nudo en la garganta y mirada fijamente a Yon Sook esperando alguna emoción o comportamiento que le diga como se siente. ¿Esta feliz de verlo? ¿Se ira con el ahora que vino por ella?. Esa ultima pregunta no quería saber su respuesta. No la quería saber. Se sintió furioso cuando ella ni siquiera lo miro, y es que quería preguntarle si seguía sintiendo lo mismo por su prometido como antes, o si...