Three Kingdoms of Korea - Jeon Jungkook☑️

Parte 20

Estaba creando mi propio plano de los pasillos que había en el subterráneo. Cree las escaleras de forma pobre sobre el lienzo de tela, los pasillos sólo como dos líneas paralelas, y buscaba a toda costa hacer todo a la misma distancia sin que se vea que en partes el pasillo se achica, o se agranda. Nunca aprendí el arte del dibujo, ni mucho menos de los bocetos. Así que lo que saliera tenía que ser suficiente.

Agregue las escaleras, el pasillo curvo, los dos costados de donde terminaba aquel primer pasillo. El segundo pasillo, la puerta que iba a buscar alguna forma de como abrirla, y la habitación donde estuve antes. Lo mire satisfecha al final. No era una artista de retrato, pero si me había salido entendible y decente, así podría enseñarse lo a Woo y a Min Jade cuando llegue de su viaje. Ambas podrían saber dónde estoy si conocen un boceto del plano y mapa que estoy haciendo. Uno nunca sabe cuando puede necesitar ayuda de alguien. Por como están las cosas ahora mismo, halle en mi cabeza la idea de irme mas que precavida, tenia que pensar con la mente fría y creer fielmente que cualquiera podría traicionarme.

Hasta mi propios aliados.

Por eso mismo tenía que ser cuidadosa. Tenía que tener diferentes planes para poder cuidarme de la traición. Aunque confío ciegamente en Mina y Woo, se que, el Rey es tan despiadado que no le importaría pasar sobre mi, o sobre quien sea. Y con ello poder usar su poder e influencias para manejar y amenazar a cualquier persona que se interponga por su camino. Así que me decidí a no decir de todo a Mina y a Woo, ellas tendrían que comprender que debía ser todo secreto y que este no es un tema fácil de sobrellevar. Aparte de que..., estaba planeando hacer algo de lo que no debería de entrometerme...

Tenias las piernas alzadas en mi cama del sanatorio. Había decidido apodarla como mía en mi estancia aquí en el palacio. Ya que no me iré a mudarme a otro lecho decidí poner todas mis comodidades y mis cosas aquí. Con mis cosas me refiero a un par de vestidos que entre Woo y Mina me obsequiaron para poder vestir. Los zapatos que ya tengo, las pocas cosas que estos cosechando; como los objetos del cuartito del subterráneo, los libros que en ningún momento la Reyna me ha venido a reclamar por devolverlos, pocas cosas más que ya tome como mías, temporalmente.

Al apodar esto como mío tambien fue una decicion que decidí proteger, es como la guarida de arriba. La que todos ven, la que todos pueden entrar. O al menos mientras yo estoy dentro. Le había dicho a Mina que escogiera el soldado de su meyor confianza y fructífero fiar, y que me haga unas nuevas bisagras en la puerta, y si es posible de manecillas con llave. Necesitaba poder estancarla a tal modo que nadie más que yo pueda entrar, y si, también Mina estaba dentro del grupo de los no aceptados.

Termine mi trabajo con una sonrisa pequeña en el rostro. Se la daría a Mina más tarde, ahora la iba a guardar por sí alguien venía, y me pondría descansar un poco.

¿Jeon Jungkook se habrá dado cuenta que algo estaba mal conmigo?. No eramos amigos, nunca lo fuimos, pero le conocía lo suficiente para reconocer que el era un cabecilla, y que que yo me estuviera paseando por el pasillo como si hubiera finalizado de una cabalgata por las afueras, caminando cuando se me tenía prohibido hacerlo; debió de haber sido algo importante que no tuvo que pasarle por alto, si no más bien obligarse a prestar atención.

Y más a las circunstancias que me encontró.

Arruge el entrecejo mientras metía el papel doblado en cuatro, entre unos libros de mi escritorio. No le había importado nada, ni siquiera me miró mal como otros días, solo..., solo se limitó a decirme que tuviera cuidado y siguió en lo suyo.

Jeon Jungkook simplemente no sigue en lo suyo, no cuando mínimo todo el palacio ya de por sí le pertenece. Hasta se encarga de mandar personalmente los telegramas a la cabina todas las mañanas. Es entrometido, fisgón, déspota, dictador, narcisista, ególatra, y sin duda, el comandante de todo y de todo aquello que el vea. ¿Como es que ese hombre que sin conocerme en lo más mínimos, siempre quiere meter sus narices entre todo lo que hago, y ahora simplemente me agarra casi en las manos en asirse y no dispuso nada?