Parte 33: Plan A

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Jeon Jungkook

Nada de secretos. Ese era el pacto.

Nada de a puñaladas por la espalda, nada de mentiras. Éramos dos en uno...

O eso le hice creer a Yon Sook.

No mentiré. No la quería perjudicar. Pero querer es algo muy distintivo de lo que es el "hacer". Sea lo que tenga que hace por salvar mi Reyno, (que era por supuesto), lo que más me interesaba salvar. Podré llegar a perjudicar a más de uno. Y con ellos podría ser Yon Sook, y yo también n la misma canasta. Pero yo estaba dispuesto a sacrificarme.

Yon Sook por el contrario....

Ella solo se sacrificaria por dos personas en el mundo. Y ninguna de esa diminuta y limitada lista, me encontraba yo. Tampoco la culpaba. Era obvio que confiar en mi podría convertirse en un error... De otras formas.

Le prometí ser sincero, sin embargo... Hay un par de secretos que le estoy ocultando.

Que le leo y escribo las cartas que le manda a Park, y ahora en adelante, también las que el le llegue a mandar a ella. No me abstendrá de aceptar que Park Jimin no me agrada, no me gusta, y me está estorbando de mis planes. Necesito a Yon Sook dispuesta a compartir su corazón con alguien más. Y con ese mal general de por medio... Me complicaba las cosas.

Pará que Yon Sook quiera dar su vida por hacer bien las cosas, necesito sentimientos románticos. Y para eso, necesito que ella se confunda. En un principio mi plan directamente a lo opuesto de ese pensar, que ella ni recapacitara en querer a otro hombre.

Pero ahora, me doy cuenta que es necesario. ¿Qué persona no daría su vida por su ser amado?. Tal vez yo.

Pero es Yang Mi de la que me refería, así que...

El caso es, que me urgía que Yon Sook se enamore. De Jung Hyung. Y necesitaba que fuera lo más rápido posible. El mejor de los casos es que ella se enamorara de mi. Así podría manipular su pobre corazón a mi antojo y eso beneficiaria mucho a mis movimientos y motivos. Ni siquiera la lastimarla al final, para esa ruptura dolorosa tenía un perfecto y diseñada estrategia que haría que ya no fuera una ruptura angustiosa. Solo una ruptura. Y al final, que volviera en brazos de su amado Jimin. Sin embargo, este no era el mejor de los casos. Y ella jamás se va a enamorar de mí.

Me repela como los mosquitos en las tabernas. Así que... Plan B, Jung Hyung.

Segundo. Mi segundo plan. Que era destruir a la bruja de su madre y corropter todo lo que pudiera a su hermana. Dicen que del odio al amor, hay sólo un paso. Pues déjenme decir, que también del amor al odio, hay uno. Uno que ya cruce con Yang Mi.

Mi siquiera puedo mirarla. Me sentó... Devastado a toda extensión de la palabra. No diré que la deseo, que la quiero domesticar, que la quiero hacer mía en todas las formas. Que me ame y este a mi merced, que me espere todos los días. Que no exista nada en este mundo mas importante para ella que yo. Que necesite mi aceptación para ella seguir hasta respirando. Era cierto. Como también es cierto que la odiaba como cualquier guerrero enemigo en campo de batalla.

Era una arpía sin corazón, como un hermoso y costoso florero Florenciano, de esos que te cuesta una vida de obtener, pero lo quieres en tu sala de estar. Lo añoras, lo suplicas, lloras por el hasta que su dueño llega a tu merced; ya cansado de ese maldito, diabólico y hermosamente maligno, jarrón. Y cuanto lo tienes ante ti, siendo tuyo, te das cuenta que es solo eso.

Un objeto sin sentimiento alguno que pueda darte, solo es un bonito decorado que no vale ni diez peniques. Eso era Yang Mi

La odiaba al mismo nivel que la deseaba. Y era impensable tan sólo separarla de mí. Ella iba a pagar. Y sin que Yon Sook lo supiera, le iba a dar su regalito de cumpleaños.

Three Kingdoms of Korea - Jeon Jungkook☑️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora