La noche yacía más cerca de lo normal. Pase todo el día pensando en teorías, pero la mayoría daba a un final sin sentido e coherencia. El siguiente paso era Min Jade. Era la única que me odia llevar a una siguiente suposición, respecto a este problema. Y esta noche que Mina me aviso, sobre la cena a la que a fuerzas tenía que ser servida en mi presencia. Por lo que me encontraba vestida para la salir del sanatorio por primera vez en lo que lleva del iluminado y espléndido día. Mi choza, sería por momentos solitaria y no quería dejarla como tal, mis apuntes y rayones de ideas los escondí por debajo del colchón, así nadie los vería a la hora que las criadas entren a limpiar. Mina se encontraba conmigo, ayudándome con el vestido, no podía negar que tenía dudas de su vida. Tal vez para hacerme cercana a ella.
-¿Cómo empezaste a trabajar aquí Mina? - pregunté, dándole la espalda, mientras la criada se encargaba de atar los listones del corsé, el único que poseía. Como era uno de mis vestidos limpios, sería lo único que tenía que usar. Aunque siendo franja, no me gusta resaltar mi cintura y figura. Le sorprendió mi pregunta, como la mayoría de cosas que le contaba o preguntaba. Pensó durante segundos en lo más acertado y después de un suspiro, me explico.
-Mi padre, era Herrero, y mi madre enfermera del palacio - hablaba con vergüenza en su voz, tener unos padres trabajadores, debía de ser orgullo, para cualquiera - mi padre, nos dejó, por algo que desconozco. Y mi madre le pidió al Lord Jeon que nos de estadía, y a cambio, nosotras le serviríamos por la vida entera - ¿la vida entera? ¿Acaso no pensaba encontrar el amor y comprometerse? - acepto, y terminamos aquí siendo niñas. Pero mi madre se contagió de una enfermedad y murió a los tres años de residir en este lecho - parecía frágil al hablar de su madre. Debió ser muy complejo, perder a su padre, y posteriormente a su madre. Una vida dura.
-Lo lamento Mina. Pero espero que sepas que no estás sola cuando yo me encuentre en el palacio. Somos amigas ahora, las amigas se acompañan - mi única amiga había sido Yang Mi, por lo que imagine que así debían de tratarse las demás compañeras y damas. Esperaba encontrar en Mina una amiga como tanto, una hermana.
-Es muy amable señorita. Sería espléndido que se quede aquí por siempre -¿Quedarme?. Fruncí el ceño, confundida y anonada. ¿Porque me tendría que alargar mi estadía? ¡Y más aún para siempre! No tenía motivos ni mucho menos personas por las cual hacer semejante sacrificio. Yo tenía una casa y un esposo que me añoraba. Se dio cuenta de mi desasosiego, abriendo la boca sorprendida - Señorita. ¿Acaso he dicho algo malo?
-El quedarme para siempre. No entiendo porque debería.
Empezó a guardar las cosas, sin ocultar su extrañeza. Parecía suficientemente obvio para Mina, sin embargo, para mí todo una explicación.
-Bueno. Se ha hablado mucho por los criados, que el Laird Jung Hyung, se encuentra muy pasmado con usted -¿Escuche bien? Por favor. Ese cabeza dura, jamás se quedaría pasmado más que por sí mismo, no podía creer sus palabras que me hacían gracia a la vez que molestia - la mayoría acepta a verlo visto observándola mucho cuando sale. Y que trata de permanecer a su lado, en los momentos que encuentre oportunidad. A mi parecer, también consideró que le quiere. Digo... ha quedado toda una tarde leyendo con usted un libro que no le gusta leer, más aún ¡Ha leído! - ¿No lee? Pero parecía tan absorto en la lectura esa tarde, que asta creí que volvería luego para terminar su lectura. Yo no creía que eso fuera verdadero, no podía quererme a días de conocerme, sería un capricho de niños, que se le escaparía con el tiempo. Nada más. Tenía que ser una broma.
-Yo no me quedaré, ni para siempre, ni dentro de meses. Encontraré a mi padre y me marcharé - mis duras palabras la conmocionaron. Pareció muy desilusionada con mi respuesta, en seguida me sentí mal. ¿Qué más podía decirle a alguien que se encuentra sola? Solo faltaba que la golpeara. Le prometí amistad y ahora le estoy asegurando dejarle, ese hecho me consumió por dentro. Decidí hacer algo más por ella. De mi lado en el argón, tome la tinta y la destape, dejándola allí mismo ahora con una hoja y la pluma, embarrándola en la tinta y esperando que el exceso se perdiera en o negro) del bote. Empecé a escribir - querida Mina. Yo, tu amiga, Yon Sook, te prometo visita cada dos meses, en busca de compañía y poder ir a tomar el té juntas. Ya que lo más posible, es que mi hermana Yang Mi, se case con él Laird Jungkook. Que se encuentra seguro de que será el dueño y señor de una de las tres Coreas, el día que eso suceda, le exigiré, poder hacerme a cargo de tu responsabilidad y la de tu hermana. Llevándote a mis tierras, sirviendo a mi casa y poder tener una gran nueva vida allá. Atte: tú amiga Yon Sook - le firme por debajo la hoja de papel. Espere a que secara y entregársela. Le mire con una sonrisa de disculpa, sus ojos se empañaron de lagrimas y tomaba los dobladillos de su vestido con fuerza y sentimentalismo.
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Three Kingdoms of Korea - Jeon Jungkook☑️
Fanfiction[COMPLETA] La devastadora carta que recibió la familia Dong, fue el fin de la familia modelo, el desgaste de esa misma. El fin fue el inicio de una nueva historia de amor y misterio, en busca de un familiar, un amor y una verdad. >>Derechos reservad...