Parte 52

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Desconcertada.

Así me sentía.
Tenía la sabana blanquecina enredada en mi cuerpo de forma inusual. Con inusual, me refería a que no sabía cómo me había metido en este revoltijo de tela de forma tan extraña que, no podía sacarmela por más que empezará a refunduñar contra ella.

Ahí fue, cuando ya no pude, que abrí mis ojos para buscar como quitarla.

Tenía calor.

Pero al abrirlos, me encontré en la habitación debajo del palacio, nuestro cuartito. Todo oscuro, con solo yo en la cama, sola. Y desnuda. Me sentía claramente extrañada, con frío y una sensación palpitante que se empezaba apoderar de mi cuerpo.

Ahí fue cuando caí en cuenta que había pasado. Y enseguida sentí mi corazón empezar a latir e con fuerza mientras miraba fijamente el otro lado solitario de la cama. Donde había estado Jungkook hace unas horas..., o tal vez días. ¿Cuanto he dormido?, estaba fatigada, después de terminar que me quedado completamente dormida y había caído rendida a sus brazos, según recuerdo. Porque no recordaba nada más. Ni haber sido la cama moverse, cosa que, era rara en mi, cuando dormía con Yang Mi en la misma cama hacía mucho tiempo de eso, siempre sentía como se movía al dormir y como se levantaba al amanecer.

Pero el mayor de mis problemas se clausuró en un pensamiento horrorizado y temeroso mío.

¿Habré hecho algo extraño en la noche? ¿Le habré asustado?. Que yo sepa no hablo dormida, pero tal vez he tirado saliva encima suyo o ronque con fuerza y eso quito todo el atractivo para el.

Dios... Pase mi primera noche con un hombre.

Y no se si he hecho alguna cosa vergonzosa.

Y ni siquiera se si completa (hablo de pasar la noche entera), porque no hay ventanas en este lugar, y ninguna lámpara estaba prendida. Necesitaba moverme y salir a ver que ha pasado mientras yo estaba aquí pasándolo en grande durmiendo.

Aunque apenas me moví, sentí un agudo y picason dolor entre mis piernas que me hizo detenerme y hacer una mueca mientras soltaba un quejido leve y horrible. ¡Rayos!, nadie me dijo que me iba a doler. Pero lo hacía. ¡Dolía bastante!. No quería mover más mis piernas, e iba a ser imposible levantarme de la cama.

Era como si tan solo las separara un poco mis músculos se retorcieran y de desperazaran en mi parte más íntima.

Así que, decidí ahí que me quedaría tirada, sintiéndome sola y decepcionada. Es cierto que no le abrí mi corazón, pero por no querer sustarlo.

¿Que pasaría si le digo que le quiero? Que me he enamorado. Seguramente se hubiera detenido y me hubiera gritado y regañado por ser tan tonta e ilusa. Hubiera preguntado por Jimin, me hubiera recalcado en la cara que el ama a mi hermana. Se hubiera reído de mi y me hubiera dejado desnuda en la habitación y justo ahí, se hubiera cortado toda comunicación y buen sentido de la amistad que teníamos.

No, no quería eso.

No quería perderlo. No quería que me alejara. Y aparte... Yo quería que fuera el primer hombre en mi vida. Aun si el solo lo veía como otra mujer más que había pasado por su lecho.

Porque me había dado cuenta. De que él era un experto, y no quise pensar ni decir nada en voz alta y arruinarme el momento, ni a mi, ni a él. Pero enseguida, por la forma que me tocaba, que sabía que tendría placer allá abajo, que el me besaba y conocía que dolería cuando lo metiera... Todo eso, me hizo confirmar que Jungkook era todo un experto en el arte de la seducción y el cuerpo femenino.

Si me sentí poco especial. Si me hizo sentir algo celosa. Envidia, si quise preguntar con cuantas...

Pero al mismo tiempo, no quería saberlo. No quería saber si yo era una más de la larga lista de mujeres, y si había hecho la mitad de bien el trabajo que ellas.

Three Kingdoms of Korea - Jeon Jungkook☑️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora