Capítulo 34 - "¿Me enseñás?"

1.3K 96 7
                                    

Dedicado a María Drazul~

Ni yo misma sabía lo que sentía en ese momento, era todo tan confuso. Mi mente decía una cosa, y mi corazón otra. Pero llegó un punto en el que la llama de mi pecho superó a las teorías de mi cabeza, haciendo que todo explote.

En un momento nos separamos para tomar aire, pero al acto volvimos a juntarnos, él tomándome de la cintura, y yo ahí rasguñando su cuello. Nuestras lenguas jugaban haciendo que nuestros cuerpos enloquezcan, nos gustaba, nos encantaba, lo amábamos. Pero debíamos volver al mundo real.

Él se separó.

Intentó decir algo, pero prefirió callar. Sus labios volvieron a juntarse para dejar a sus ojos sobre los míos, perdiéndose en mi transparencia.

Y fue ahí cuando entendí que... las cosas pasan. Siempre hay algo que va a sacarnos del marco de lo perfecto o esperado, en oportunidades no todo es como se lo planea, y hay que aprender a afrontar. Me miró tan sinceramente que un puñal de razones cayeron sobre mí. Qué estúpida fui.

Volvimos a besarnos, sonriendo. Y pude procesar todo. Nunca, nunca, nunca hay que dejar que se marche lo que en verdad interesa. Les explico, el mundo está lleno de gente que está esperando que regresen quienes dejaron ir. Así como también está repleto de personas que no se atreven regresar, aún queriéndolo.

¿Por qué debería alejarme?

Continuamos allí, uniendo nuestras bocas en manera de aclarar todo. Qué ironía, pero era tan cierto.

Se abrió la puerta.

-Perdón que interrumpa, euh. Pero como que ya es tu cumpleaños, ¿no podrías considerar dejar en paz la boca de tu novio y pasar de una buena vez así tu familia te salude?

Y sí, obviamente era Tiziana. ¿Quién si no? Le indiqué que ya iría, y volví a lo que me importaba.

Yo: ¿estábamos en que nadie se iba?

Julián: no sé, a todo esto ya se me borró -y volvió a sujetarme de la cintura, acortando un poco la distancia-

Yo: si te aguantás el cuestionario de mis viejos, te invito a pasar.

Julián: mh... La veo medio difícil.

Yo: ah, ¿ahora arrugás?

Julián: ¿me das el honor de ser el primero que te felicite?

Yo: ya fuiste el primero en darme un regalo, ¿no te basta con eso? -bromeé-

Julián: ¿qué regalo? Todavía no te di nada -acarició mi barbilla-

Yo: ¿y el beso qué fue?

Julián: ah. No, algo extra nada más -aseguró pegándose aún más-

Yo: ¿qué más me espera entonces?

Julián: ya vas a ver -pronunció tomándome de la mano- ¿empezamos de cero?

Yo: empezamos de cero -y carcajeé, a lo que él me sostuvo del rostro-

Juli: felices quince años, princesa -susurró a mi oído mientras una de sus manos buscaba en el bolsillo- Que todos tus deseos se cumplan -y depositó un dulce beso en mi mejilla-

Yo: voy en camino...

Abrió la pequeña caja, y mis ojos observaron con entusiasmo la joya allí perfectamente posada.

Historia de dos corazones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora