Historia de dos corazones.

Capítulo 14 - "Drogas"

~Dedicado a Lucía Ansaldi~

Yo: ¿"El amor de mi vida"?

¿Era lo que yo pensaba?

Julián: puedo explicarte.

Yo: sí, explicame. Porque la verdad que no entiendo absolutamente nada. ¡¿Quién mierda es esta mina?! -la llamada se canceló- No es la primera vez que pasa.

Julián: es... Es una amiga solamente, nada más que ella se agendó así porque... -interrumpí-

Por supuesto que era lo que yo pensaba.

Yo: ah, claro. ¡¿Pretendés que me lo crea?! ¡DECIME YA QUIÉN ES, JULIÁN! -grité poniéndome mal, no es que entre él y yo existía algo, pero por la manera en la que su nombre aparecía en sus contactos suponía que no era otra más del montón, me ocultaba algo. O, más bien, a alguien-

Julián: es... -bajó la mirada- Es mi novia.

Yo: ah, listo. Sos un pelotudo -le entregué el celular y de un impulso salí de allí-

Julián: ¡esperá! No pasa nada... -pronunciaba saliendo también por la puerta, ya ambos nos encontrábamos en el pasillo-

¿Había sido la otra desde hace días?

Yo: obvio que no pasa nada, entre vos y yo no pasa nada. Ni pasó ni va a pasar.

Julián: no. Ori... Por favor.

¡Me había usado, en todos los términos en los cuales esta palabra funcione! ¡Me usó!

Yo: ¿y qué pretendés? ¿Que sea tu amante? Como se nota que seguís pensando con la de abajo, eh.

Julián: no, nada que ver. ¿Me podés escuchar?

Yo: ¡listo! No pasa nada, no tenés nada más que decirme. Seguí... Seguí así como venías. Mejor dejo de intervenir -enuncié actuando la mayor indiferencia posible, debía de hacer como si no me importara. Ahora sí me fui de allí, dejándolo perplejo gritando mi nombre-

Jenny: ¡Orianita! -exclamó cruzándose en mi trayecto- ¿Qué onda? Hoy no te toca, ¿viniste a ver a tu amorcito?

Yo: si fuera legal te mataría ahora mismo.

Jenny: qué tierna.

Yo: y sí buscás a Peter, está demorado, en diez minutos llega para grabar la escena con vos -le comuniqué mientras me apuraba aún más y atravesaba la puerta de entrada-

¿Qué mierda había pasado? Le hice seña al primer taxi que vi y me fui directo a mi casa, en el trayecto mi cabeza se auto-torturaba y también afectaba al estado sentimental de mi pecho. Es que... Realmente es imposible no pensar. ¿Tan estúpida pude haber sido? Ciega, así estuve desde que lo reencontré. Por Dios como no me di cuenta antes, en sus actitudes se notaba. Esos te amo... Eran falsos, sólo quería tenerme de nuevo, me deseaba, me manipulaba para que cayera otra vez ilusionada entre sus brazos, esperanzada de que todo volviera a ser como antes, feliz, sonriente... Por fin y después de tanto tiempo sonriente ¡Pero lo único que buscaba era... Era sexo! Por eso fue tan rápido todo, por eso se mantenía tan extraño y diferente, por eso yo sentía que había algo fuera de su lugar. ¿El corazón volvió a ser más fuerte que la cabeza? ¡¿Inteligencia por qué me traicionaste?! El aparato que bombeaba mi sangre se había auto-inyectado una dosis mortal, lenta y dolorosa que acabó haciendo efecto, justo ahora cuando subo las escaleras ignorando todo tipo de saludos, palabras o advertencias de mi familia.