Llegamos extremadamente tarde, tuvimos problemitas de ubicación. Mi papá no conocía la calle, así que ingresamos media hora antes de la entrada de la quincianiera.
Fue todo abrupto. Entramos como muy de repente, y el abrir de la puerta hizo eco, un golpe fuerte. Conclusión; la atención estaba puesta en nosotras dos, en especial en mí que tenía mi metro sesenta y nueve, más 15 centímetros de los zapatos. Ambas con colores llamativos, empezamos a caminar hacia nuestra mesa.
Mel: como siempre queriendo llamar la atención.
Ángeles: te juro.
Como de costumbre ellas opinando, pero esta vez no me iba a quedar callada.
Yo: cuando superés el metro cincuenta, hablamos ¿sí?
Y se quedó callada. Ja... Estúpida. Me encanta esto de ser el centro de atención. Por fin nos sentamos. Oh que sorpresa...
Yo: ¡¿Qué hacés vos en MÍ mesa?! -Justo al frente de la silla que me había tocado, estaba Julián-
Julián: aquí decía mi apellido. Yo solamente me senté.
Yo: ¿Chicas nos podemos cambiar de lugar?
Luh: boluda... Leandro está en esta, lo arreglamos con las chicas. -me dijo al oído-
Yo: ¡¿Qué?! ¡Usteden están completamente locas!
Feli: ¿Qué? ¿Qué pasó?
Yo: ¡Nada pasó! ¡Nada! Dios...
En apenas minutos iba a llegar Leandro. El asiento restante estaba al lado mío, no saben lo que me sucede y ya armaron todo esto ¡Lo arruinaron! La idea era tener a ambos lejos y que... No sé, pero no dejar nada en mis manos. Ahora iban a estar los dos en el mismo ambiente toda la puta noche, y yo ahí... Con todo el peso de nuevo.
Yo: la puta madre.
Luh: vení -me tomó del brazo y me llevó hacia la galería-
Yo: ¿Qué pasa?
Luh: lo mismo me pregunto.
Yo: ¡nada pasa! Que organizan cosas sin saber.
Luh: ¿y qué tendríamos que saber? Ori; es Leandro, por el que estás muerta de amor. Simplemente... -interrumpí-
Yo: ¿amor? Ahí nunca hubo amor. Además las cosas cambiaron bastante.
Luh: ¿Qué? Me parece que estás ocultándonos algo.
Yo: les agradezco mucho el gesto, pero esta vez me juega en contra ¿sí? Saben lo que tienen que saber -y me fui a mi asiento de nuevo-
Sentía bronca, y eso que la peor parte no había llegado. Me limité a relajarme y no alborotar las cosas, pero él lo hace tan imposible...
Juli: hola de nuevo -me dijo, y lo sobré- ¿tan mal te caigo?
Yo: de tan sólo verte me agarra ardor en los ojos, amore -dije con todo de superioridad. Todas rieron-
Julián: okay... -prácticamente ni escuchó lo que le dije, sontinuó sonriendo y clavandome la mirada- Que buena entrada, creí que Karen era la quincianiera.
Yo: lo es. Simplemente le sumé estilo a la noche.
Julián: a veces creo que deberías bajarte del poni.
Yo: ¿Qué poni?
Julián: el del estrellato. Te fuiste demasiado de mano.
Quise contestarle, pero alguien tocó mi hombro.
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Historia de dos corazones.
FanfictionOriana y Julián, un hermoso y trágico pasado, un confuso presente, y si el destino lo quiere un indeterminado futuro. ¿Qué pasó, qué pasa y que pasará? Se conocieron siendo adolescentes, rebeldes y contradictores, vivieron un amor fugaz que dejó muc...