Historia de dos corazones.

Capítulo 20 "Miedo"

Dedicado a Chochi, te amo hermosa❤~

Yo: estamos yendo muy lejos...

Julián: no doy más, te juro que no doy más. Escuchá como suena -quitó su mano de allí, y tomó la mía llevándola hacia su pecho, latía tan furtemente- Me hacés ir a toda velocidad.

Yo: -lo miré con ternura y luego susurré- que locura... -mordí mi labio inferior-

Julián: me encantás... Me encantás -y volvió a besarme el cuello-

Avanzó hasta pegarme a la pared de ladrillos, que usó de base para así poder ejercer más fuerza sobre mi diminuto cuerpo, sosteniendo fuerte mi cintura y acariciando mi espalda. Los primeros segundos disfruté un poco, pero en un momento mi mente se nubló otra vez de esas horribles imágenes, esa asquerosa sensación, y esos imborrables acercamientos que sólo me dañaban. Tenía en claro que a quien tenía al frente mío era Julián, y que en él me sentía súmamente segura, pero en ese momento estaba demasiado aturdida, y equívocamente relacioné ambas situaciones.

Volví a destruirme.

Yo: por favor no sigás... Andate -dije conteniendo el llanto, y luego caminé hacia el orto lado-

Julián: perdón -me siguió- es que... Me dejé llevar, soy un tarado.

Yo: dejá, es algo mío.

Julián: ¿te pasa algo? -preguntó poniéndose en frente mío-

Intenté no llorar, intenté tragarme todo y hacer como si nada pasara, intenté que mi mirada no me delatara. Pero sus ojos me observaron de una manera tan sincera, que sentí la enorme necesidad de gritarle mis miedos, contarle de mis atormentos, y enseñarle de mis angustias. Todo en el margen de ese instante, con un simple suspiro que terminó de derrumbarme.

Yo: me pasan tantas cosas juntas... Ya no sé que es real y que no. Ya no sé... No sé ni en donde estoy. Me confundo, tengo temor y muchas cosas sin resolver, y llegás vos haciendo que me olvide de todo. Pero, de repente, todo vuelve a tornarse devastador -mis mejillas se veían pobladas de gruesas lágrimas- Necesito exiliarme de todo esto, pero se me hace completamente imposible.

Julián: perdón -acarició mi mejilla- Perdón, es mi culpa.

Yo: no.

Julián: sí, yo avancé sin... ¡Sin darme cuenta de que todavía estabas mal!

Yo: me encantó eso, me encantó que me hagás reír. Pero...

Julián: decime.

Yo: cuando te acercaste de esa manera, y me besaste...

Julián: ¿se te vino a la cabeza todo lo anterior? Soy un estúpido.

Yo: ¿cómo hacés para saber exactamente lo que pienso? -pregunté aún sollozando-

Julián: perdoname, te juro que yo simplemente...

Yo: simplemente te dejaste llevar, entiendo. Soy yo que estoy medio...

Julián: podrías estar mucho peor, y lo sabés.

Yo: ¡es todo tan confuso! -dije quebrándome otra vez-