Historia de dos corazones.

Capítulo 19 - "Enmascarada"

Dedicado a Mel Seminario•

Yo: ¿acaso miento?

Jenny: no, no mentís. Andate.

Yo: ¿que, te da miedo que alguien te diga tan de frente las cosas? Hace días que venimos largando todo, ¿pero sabés qué? Siento que no largamos nada, siento que ocultamos más que lágrimas. Y siento también unas enormes ganas de decirte todo lo que tengo para decir. Así que no me voy una mierda.

Jenny: entonces me voy yo -se elevó y me esquivo, yo la sostuve

Yo: se nota que sos bastante sensible a los criterios ajenos.

Jenny: exactamente eso, ¿te jode?

Yo: sí, me jode. ¿No sos re valiente? Enfrentame María Eugenia.

Jenny: ¿para qué mierda querés que te enfrente? Es porque sabés que voy a desmoronarme, ¿no? Estás tan al tanto de cómo hacer para manejar a las personas que te juro que te aplaudiría. Pero está bien, te voy a dar con el gusto. ¿Querés que te mire a los ojos y te diga por qué soy así hasta el punto de destruirme y llorar como la trola de mierda que soy? Okay Oriana, lo voy a hacer.

Yo: no hace falta, yo misma lo puedo imaginar.

Jenny: no, no te podés imaginar absolutamente nada, nunca lo vas a poder hacer. Vos sos flaca, sos alta -pronunciaba frente a mí, derramando más lágrimas que nunca antes- sos la chica perfecta, la súper modelo, la hija de Catherine Fulop y Osvaldo Sabatini -con cada palabra su rostro se empapaba más y más, nunca antes había presenciado esto de su parte- Sos la del apellido imponente, la que hace cosas que ya todos esperan, la que estudió en los mejores lugares. Sos la "belleza argentina", sos esa que muchas quieren ser -lo que decía me hería, y no entiendo aún por qué- Y estoy segura de que cuando la serie salga y sea un éxito como pasó con las demás de Cris vos vas a ser un referente, y mucha gente te va a seguir. Sos la protagonista de esto Oriana, siempre sos la protagonista de todo porque naciste para que se de así. Podría jurar que desde chica tuviste las mejores cosas, te llenaron de halagos, de palabras lindas -¿era porque estaba en lo cierto?- te prometían un futuro. Y te súper felicito por eso, quizás esa sea la razón de que seás tan segura con vos misma, con tanta actitud y carácter. ¿Pero yo? Oriana yo soy justamente eso que no quiero ser. No sé si es la sociedad, si soy yo, si es el espejo o si es la familia de mierda que me tocó. Pero me odio, odio mi cuerpo, odio cada gramo de más que tengo. Y no me vengás con que sabés a la perfección todo, con que entendés. Porque una persona como vos nunca jamás en su vida va a entender lo que es probarte algo y quejarte, llorar cuando un jean no te prende, pasar días sin comer hasta el punto de olvidarte como se sentía, mirarte en el espejo y querer... Querer terminar con todo. Y encima estar en un entorno el cuál al parecer se pone de acuerdo para hacerte padecer cada cosa, porque te aseguro todo me sale mal, ni siquiera puedo regresar a mi casa en paz, soy licenciada en cometer errores, uno detrás de otro en cadena, y no me queda de otra más que desquitarme conmigo. Vos no vas a saber nunca lo que es eliminar cada cosa que ingrese por tu boca por el simple hecho de que eso amenace con llenar el vacío que tenés adentro. -¿o era el parecido entre ella y yo lo que me aterraba?- Soy obsesiva de mi propia destrucción, ¿te molesta? No puedo controlarlo. Detesto mi pelo, mi piel... Mi personalidad y hasta mis pensamientos. Me detesto, y probablemente por eso me caigás tan mal, porque vos te amás. Amás todo de vos.

Sólo la miré, éramos tan idénticas y distintas a la vez.

Jenny: ahora entiendo todo.