Historia de dos corazones.

Capítulo 12 - "Beso ficticio"

No no no y no, ¡esto no podía estar pasando! Me separé de Peter y vi a Jenny sonriédome maléficamente y a Julián sorprendido, confundido, perdido. ¡Esa puta se había chapado a Julián! ¡A MI JULIÁN! ¡MÍO! Era una hueca, una detestable. Odiarla era muy poco, en esos momentos hasta planeaba su muerte. ¿Envenenada? ¿Ahogada?

Y mis humildes pensamientos internos fueron cortados por aquel comentario.

Peter: wow -y sí, él también estaba muy extrañado-

Julián: ustedes son muy estúpidas, ¿no? -decía a risas- pensé que todo este temita iba en joda, pero no.

Peter: igual, copado che.

Julián: ¿copado?

Jenny: ¡¿copado?!

Yo: ¿ah?

Peter: digo, no me mal interpreten, Oriana... Oriana está buena -aseguró-

Julián: peeeeero, por qué no me la chupás pedazo de forro -gritó abalanzándose-

Yo: ¡esperen, no se peleen!

Jenny: ¿en serio iban a hacer esto por la pelotuda esta?

Peter: pará, Man. Todo bien. No sabía que andaban en algo.

Yo: no andamos en nada -aclaré-

Jenny: eso dice ella.

Julián: no les importa.

Jenny: ¿te ayudo a levantarte? -le ofreció Jenny a Peter que se encontraba aún en el suelo, con Julián nos apartamos-

Yo: perdón, ¿sí? Yo no quise -le dije a Julián-

Julián: no hay problema.

Yo: ¿en serio no hay problema?

Julián: sí, solamente me molestó el comentario del pelotudo de Peter, de todas formas yo también me chapé a Jenny, ¿no? Estamos a mano -sonrió-

Yo: corrección: ella te chapó a vos, que es muuuuy diferente.

Julián: como sea, de todos modos no tenés por qué serme fiel ni nada.

Yo: a eso vamos a verlo.

Julián: ah, ¿ahora sí te copa? -dio un paso hacia adelante-

Yo: es que con la escenita de celos que me acabás de hacer como que ya me quedó clarísimo todo, ya no tengo dudas. ¿Me explico?

Julián: perfectamente -contestó mirando mi boca-

Yo: me tengo que ir, nos vemos mañana -y lo saludé al alejarme-

Julián: adiós, nos vemos -dijo y, luego de reír, miró hacia el suelo con una sonrisa-

¿Qué había acabado se pasar? No lo sé, pero me encantaba. Sabía que estaba jugando con fuego y que iba a quemarme, pero mi atracción por Julián era más fuerte que todo, más fuerte que mi orgullo, que lo que fuimos, que la mentira y nuestro hijo oculto. Lo había pensado y, definitivamente no iba a poder enterarse nunca, no debía enterarse. Iba a pensar cualquier cosa de mí y entre mis planes no estaba dejarle a Jenny el paso libre. Sí, fui una estúpida por ver todo desde ese lado, pero en aquel entonces la odiaba y hacía lo que sea con tal de contradecirla. Y en cuanto a Julián, quizás todo saldría a la luz a su debido tiempo, cuando ya esté segura de que él no va a volver a abandonarme de nuevo.