Historia de dos corazones.

Capítulo 10 "Perdí"

~Dedicado a Camila P.❤~

Después de todo esto, el panorama tomaba forma. Y yo ya sabía que era lo que sentía, no específicamente, pero lo sabía. No me hacía falta preguntármelo dos veces, entendía que lo que mi cuerpo quería era permanecer cerca del suyo, y que mi corazón necesitaba revivir en cada latido cuando su respiración se entremezclaba con la mía.

Sabía perfectamente que el indicado era Julián. Ese al que sin pedirle permiso me entregué fuera de mi consentimiento y con los ojos cerrados. Una llave en su cuello, con la que abrió mi corazón. Eso recuerdo.

Y también sabía que por Leandro no sentía nada, entonces mi objetivo era aclararle lo antes posible que todo era un personaje para crear algún tipo de reacción en Julián, pero me di cuenta de que así no funcionaba la estrategia; si tomaba las cosas compadeciéndome con los que quedaron fuera de la jugada, no voy a triunfar. El plan es ganar con ayuda de ellos, aunque no lo vean así. Total, sólo soy una chica y sólo me ve como eso. No va a llegar a mayores.

Por Dios, que pensamientos estúpidos que tenía a esa edad. Pero continuemos.

Implanté mi más profunda fé, sin atenerme al resultado final. Creía que yo iba a terminar ganando, iba a hacerle la prenda, y con Leandro se aclararía todo y sólo quedaríamos como amigos. Pero todo dio un giro sumamente drástico, sin percatarme me estaba hundiendo sola, o quizá sacándome de ese mar repleto de puro vacío y silencio que provocaba más vacío y silencio. De no haber pasado lo que pasó no habría llegado a ser lo que soy, ni hubiera podido experimentar la faceta de este extraordinario primer amor con él. Por eso sigo pensando en si me arrepentí o no, simplemente no sé.

No obstante, no estamos hablando de mi presente. Sino de mi pasado, nuestro pasado. Ese que nos llevó a este instante exacto: tenía demasiada fé en que todo debía suceder como yo lo quería. Todo fue al revés.

¿Para qué decirle que sólo era un objeto que usaba con fin de ganar un estúpido juego? Simplemente lo usaría por unas horas más, después de todo él lo hizo con muchas, aunque no quiera aceptarlo. Mi blanco era lo del inicio; provocar su enfado, cuando podía notar su cercanía, me ocupaba de actuar situaciones sumamente falsas adentrando miradas y palabras para lograr que sienta bronca. Pero nada, Julián era un muy buen jugador y sabía cuidarse las espaldas.

Todo estaba totalmente equilibrado, hasta que él empezó a implementar su estrategia. Era una lucha entre quien coqueteaba más con alguna otra persona. Él una rubia, o una morocha, una alta, o quizá otra pequeña. Y yo ahí remándola sólo con Leandro ¡Realmente me embroncaba! Y lo peor de todo era que la constante guerra sucedía en un ambiente en el cual estaba prohibido mirarnos, seguíamos siendo "desconocidos".

Ganas tremendas de parar todo y matar a varias, eso sentía. Justo en el momento exacto en el cual ya explotaba...

Leandro: ¿me esperás un ratito? Voy al baño.

Yo: sí sí. Anda.

Ahora sí definitivamente iba a parecer una antisocial sin vida sentada sola en una silla mientras observaba disimuladamente lo que pasaba en la pista con Julián y las chicas. Mi sonrisa volvió cuando empezó a dejarlas de lado. ¿Se acercaba a mí? Puse una actitud de indiferencia.

Julián: hola, linda.

Yo: ¿qué? ¿Dijiste algo?

Era obvio que había escuchado.

Julián: estás muy solita ¿querés que bailemos un rato?

Yo: no te conozco.

Julián: ¿eso es un sí o un no?