Capítulo 36 - "El reino de nunca jamás"

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Dedicado a Anthonela Nuñez~

Ya había salido el sol. Me levanté, recordando todas las estupideces que me había dicho mi madre la noche anterior, quejándome de mi imagen, ahí, observando el horrible estado de mi cabello y la desastrosa compostura de mi pijama.

Entré a mi baño personal y me di una ducha, al salir me cambié y arreglé. ¡Mis padres me permitieron faltar! Pasé la puerta de salida con la mentira de ir a pasear con Luh y Nati.

Pasear, quizás. Con Nati y Luh... mh, claramente no.

No sabía a dónde me iba a llevar, sólo que tenía que estar en la plaza de siempre antes del medio día. Mis amigas estaban informadas, yo estaba con ellas tomando un helado, y después de eso a la casa de Luh. Estaba todo perfectamente calculado, me escapé del mundo, junto a Julián, quien ya había llegado al lugar.

Julián: pensé que ya no estábamos en primavera -lo observé- hasta que te vi.

Yo: mi amor -lo besé- ¿de nuevo con eso?

Julián: estás hermosa, con ese vestidito te entro como agua al titanic.

Yo: -reí- sos un imbécil.

Julián: hoy vamos en auto.

Yo: menos mal, no soportaría esa motocicleta una vez más -le sacó la alarma-

Julián: suba señorita -indicó abriendo la puerta del acompañante-

Yo: gracias caballero -asentí y me senté en mi lugar, él se puso al volante- ¿A dónde vamos?

Julián: al reino de nunca jamás -contestó acercándose a mí, yo carcajeé-

Yo: posta te digo.

Julián: yo también te lo digo posta.

Yo: ah listo -me enderecé en el asiento- vayamos no más, no conozco, estoy ansiosa.

Julián: a lo de Peter Pan no creo que lleguemos -decía sonriente- Pero que vamos lejos, vamos lejos.

Yo: ¿qué tramás, Serrano? -cuestioné apegándome a su respiración-

Julián: es sorpresa.

Yo: okay -y volví mi vista hacia adelante, arrancó-

Julián: seguís con la pulsera -reí-

Yo: sí, creo que me va a quedar para siempre de anécdota.

∆≈Flashback≈∆

Yo: me encantan las pulseras.

Mica: pero no más que los pañuelos.

Yo: exacto.

Julián: ah, ¿te gustan? Ahora que me acuerdo me olvidé de darte esto...

Yo: nah, jodeme. ¿Otro regalo?

Julián: uno pequeño, despreocupate -y me mostró el accesorio- Lo compré en el camino, me pareció muy tu estilo.

Yo: ¡ay gracias! Me encanta -exclamé, y tomé entre mi mano al algo extenso elástico en trenza-

Julián: creo que es para dar varias vueltas.

Historia de dos corazones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora