Historia de dos corazones.

Capítulo 23 "Sin pensar"

Dedicado a Kalu, la más diosa de rodas las diosas (?) Amarte es poco~

--¡¡Lo que pasó fue una vergüenza!! Más viniendo de ella, con su familia, con toda la educación que recibió -le contaba la profesora Lazarte, mientras daba vueltas como una maniática, a la directora general de la insitución. Yo sólo masticaba chicle mientras intentaba pensar en qué lugar esconderme cuando llamen a mis padres- Encima en el colegio... ¡En el colegio! Realmente bárbaro. Nunca me esperé esto de...

Yo: ya les dije que era sólo un beso -pronuncié por lo bajo-

Profesora: yo vi más que eso, y tengo a varios testigos. ¡Fue algo moralmente incorrecto! Peor aún sabiendo que esta es una institución religiosa.

Directora: a ver, aquí debe haber estado presente algún tipo de confusión.

Profesora: de ninguna manera, Dr. Carrizo.

Directora: Sabatini...

Profesora: sí.

Directora: o sea, ¿Sabatini con este tipo de actitudes? Imposible.

Julián: im - po - si - ble, Sabatini -susurró muy despaciosamente en mi oído. Reí-

Profesora: porque usted n... ¡Se ríen! ¿Vio ese acercamiento?

Directora: ¿qué acercamiento?

Julián: es mi novia, ¿no tengo derecho a acercarme a ella?

Preceptora: -ingresando a la discusión- Estaría de más aclarar que en torno a la situación esos "acercamientos" son algo que les jugaría en contra.

Profesora: son unos adolescentes con las hormonas alborotadas...

No estaba tan en lo incorrecto.

Profesora: que en lo único en lo que piensan, es en...

Directora: creo que se entendió. Podés ir yéndote, Rosi. Entre nosotros podemos arreglar el problema.

Profesora: ¿no va a hacerle ninguna sanción?

Directora: eso es algo que yo voy a decidir.

Profesora: espero que abra bien los ojos.

Directora: los voy a tener abiertos -abrió la puerta-

Profesora: mantengame informada de lo que realice.

Directora: mi asistente la va a localizar. Que tenga buenas tardes -cerró- Por Dios, que mujer insoportable.

Preceptora: creo que deberíamos profundizar un poco más en cuanto a como fueron los hechos con exactitud.

Julián: ¿puedo hablar?

Directora: tiene mi permiso, caballero.

Julián: por alguna casualidad de la vida, estábamos en el teatro viejo...

Preceptora: sí, en vez de estar en clases.

Yo: ya era recreo -agregué-