6 meses después
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Estos meses han sido más complicados. Es mi primer embarazo y por supuesto que me preocupa, pero mi plan de tener un embarazo tranquilo y sin tanto estrés se fue por la borda. Mi estrés y mi frustración no se deben a la gente, a mi trabajo o a los funcionarios, al contrario, todos ellos han estado al cuidado de la salud de mi bebé y mía. Me alegra decirle a Austria que mi bebé es una niña y que se trata de su futura Emperatriz.
Por supuesto que al principio, cuando recién nos enteramos de que se trataba de una niña nos emocionamos Max y yo. Él estaba totalmente encantado y fascinado con la noticia porque cree firmemente que nuestra niña se parecerá a mí, pero hubo otras personas que "discretamente" claro, demostraban que el hecho de recibir a una niña no significaba la mejor de las noticias. Digamos que la Ley de Sucesión al Trono Austriaco significaba un problema para varios funcionarios y miembros de la corte conservadores debido a que la última mujer en gobernar este imperio y que perteneció a la dinastía Habsburgo-Lorena fue la Emperatriz María Teresa I de Austria, la mujer que fundo la dinastía misma y que sigue al frente del país. Entonces, no fue muy agradable escuchar para ellos dicha noticia, por lo menos puedo dar la bendición de que vivimos en el Siglo XXI y que no me pueden culpar como a las mujeres del pasado el dar a luz a niñas, una vez más puedo decir ¡Gracias, ciencia! ¡Gracias! Lo lamento por todas aquellas mujeres que pensaron que ellas eran las responsables. Espero que mínimo lo sepan ahora.
Afortunadamente eso no fue ningún impedimento para nosotros, pues la gente no se mostró molesta con la noticia, por lo que hacer desaparecer dicha ley fue más sencillo de lo que se suponía. Por fin, en Austria no se regulara la sucesión monárquica a favor de los varones.
Pero me alegraría más evitarme diferentes encuentros desafortunados con Sophie. No puedo creer que ha pasado más de año y medio desde mi llegada al palacio, desde mi boda y que no podamos tener una relación si no amistosa, por lo menos respetuosa por el bien de Max. Esa situación provoco que yo me alejara de él y pensara seriamente en una separación sana para los dos, pero decidí intentarlo una vez más, decidí intentar hablar con Sophie al respecto, pero ella no me recibe en sus aposentos o a mis peticiones y no quiero volver a tomar la autoridad que tengo como un arma a mi favor. Sin embargo, a veces no sé qué hacer al respecto porque no quiero que mi hija crezca mientras observa como su abuela y yo nos peleamos como perros y gatos, esa si sería una verdadera tragedia.
-Su Majestad. -Escucho la puerta abrirse.
No puedo darme la vuelta porque mi vientre abultado me lo impide. Estoy sentada en una mecedora que hay en el balcón, observando el atardecer, me otorga una paz que me ayuda mi estado en estos momentos. Estoy cerca de dar a luz y quiero dedicar mi tiempo por completo a mi hija y a mi salud.
-Adelante.
Escucho los pasos de una persona que ingresa a la habitación. Se trata de la Condesa Gisella de Bregenz, quien es Dama de Compañía de la Archiduquesa Sophie, una de sus mejores amigas y de los miembros que llevan más tiempo en la corte austriaca. Una mujer con una presencia extraordinaria, por sus vestimentas finas pero delicadas. No me extraña porque su amistad con Sophie, al final tienen el mismo temperamento.
Ella llega hasta el balcón y hace una reverencia antes de comenzar a hablar.
-Señora, Su Alteza Imperial, la Archiduquesa Sophie pregunta si está en disposición de ir a sus aposentos con ella porque desea hablar con usted.
De inmediato me pongo a la defensiva porque no confío en ella. Es absolutamente extraño que Sophie quiera hablar conmigo y la verdad dudo en ir a hablar con ella porque todos nuestros encuentros terminan mal y no me gustaría alterarme. Sin embargo debo reconocer que durante la mayor parte de mi embarazo, he podido recibir la compañía de mi madre quien decidió venir a Austria durante unas cuantas semanas a lo largo de estos meses para hacerme compañía y ver a su nieta crecer poco a poco. Dentro de dos semanas mis padres llegaran juntos a Austria para estar a mi lado cuando llegue mi momento de dar a luz. En cambio, he evitado mi contacto con Sophie el mayor tiempo posible y no quiero que toda mi tranquilidad se vaya a la borda. Pero reconozco que mi distanciamiento puede afectarle a ella porque no ha estado conmigo y no ha visto a su nieta crecer en mi vientre, creo que a pesar de nuestras diferencias ella también tiene derecho a querer estar cerca de su nieta, me imagino que por esa situación quiere hablar conmigo.
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The Crown
Historische RomaneYo no quería una corona, una que implicaba muchos cambios y mucho sacrificio en mi vida. Esa corona no me hizo tan infeliz cuando estaba con el amor de mi vida, pero cuando regresaba a la realidad, todo era una pesadilla y a cada segundo, desde que...