Yo no quería una corona, una que implicaba muchos cambios y mucho sacrificio en mi vida.
Esa corona no me hizo tan infeliz cuando estaba con el amor de mi vida, pero cuando regresaba a la realidad, todo era una pesadilla y a cada segundo, desde que...
Ingreso a la habitación emocionada. No esperaba poder hablar con Max, creí que durante toda la noche sería el Emperador solamente.
Esperaba encontrar a Max solo, sin embargo, cuando ingreso noto la presencia de una tercera persona. En la habitación se visualiza un par de sofás muy bien arreglados con un estilo antiguo, como si el tiempo no hubiera pasado desde el siglo XIX.
No me di cuenta en que momento Max había desaparecido del Gran Salón y tampoco que había desaparecido la duquesa Katharina.
Cuando entro, mis ojos captan la atención cuando Max me observa. Está sujetando de los brazos a la duquesa quien tiene la cabeza baja y su mano cubre parte de su rostro. Es audible sus sollozos y eso hace que mi emoción se vaya por los suelos. Es entendible lo que ha sucedido en esta habitación.
-Espero que puedas comprenderlo, es lo mejor para todos. -Max frota sus manos en sus brazos como acto de consuelo pero observándome. -En especial para nosotros tres.
La mujer se aleja de Max y se limpia las lágrimas que recorren sus mejillas por un segundo antes de acercarse a mi posición junto con una sonrisa.
-Soy la duquesa Katharina, es un placer. -Me extiende su mano y me muestra una ligera sonrisa.
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-Mucho gusto, Alexandra. -Le devuelvo el gesto y estrecho su mano.
Me observa de pies a cabeza, haciendo un recorrido rápido de mi persona mientras yo observo a Max quien no se ha movido de su primera posición.
Katharina me sonríe de nuevo.
-Me alegro que el Emperador la encontrara. -Junta sus manos en frente de ella y habla con un sentimiento de tristeza. -Es cierto que todos necesitamos del amor y la compañía de quienes más amamos.
Max se acerca poco a poco a nosotras después de oír las palabras de Katharina, quien trata de mostrarse fuerte.
-He hablado con la duquesa de lo que sucede realmente. -Max se posiciona a mi lado. -Lo sabe todo.
No sé como me sentiría yo de estar en su lugar. Seguramente decepcionada, dolida y... molesta, al final se hizo ilusiones que serían una fantasía solamente.
-No niego que... si me pude imaginar un futuro juntos. -Ella se limpia las lágrimas que salen de sus ojos con un pañuelo blanco para evitar que se le derrame el maquillaje de la cara. -Creí que algo estaba surgiendo sinceramente. Solo que me centré tanto en lo que yo sentía que te deje de lado y no me di cuenta de tus señales y actitudes.
Me hace sentir mal que se enterara de esta forma.
-Lamento causarte este dolor, Katharina.
Cuando Max intenta acercarse a ella con su brazo, ella se aleja y vuelve a desviar la mirada.
-No tiene que disculparse. -Trata de ser valiente poniendo en una posición recta y con la mirada en alto. -Creo que es momento de que me retire pero... estaré presente el resto de la noche.
