👉👉👉ATENCIÓN👈👈👈
EL SIGUIENTE CAPÍTULO CONTIENE REPRESENTACIONES GRÁFICAS QUE ALGUNOS ESPECTADORES PUEDEN ENCONTRAR INQUIETANTES. ESTÁ DESTINADO A AUDIENCIAS MADURAS.
SE RECOMIENDA DISCRECIÓN DEL ESPECTADOR.
👉👉👉FIN DE LA ADVERTENCIA DE CONTENIDO👈👈👈
No puedo controlar mi respiración. Mi cuerpo ha perdido su control y grita todos sus miedos al viento mientras este pega mi rostro. Mi mirada se encuentra perdida por momentos cuando desvía los ojos de Max. Sus ojos se desvanecen poco a poco mientras mi fuerza se estanca en las palmas de mis manos para continuar oprimiendo su pecho. El blanco de su camisa ha sido sustituido por la gran cantidad de sangre que ha perdido. Mis gritos desesperados provocan que nazca un dolor en mi garganta, mis lágrimas no dejan de correr en mis mejillas por sí solas.
—Alex... —Siento un rozón en mi mano que me asusta y hace que quiera alejarla de inmediato. Mis ojos recaen en la mano ensangrentada de Max intentando apoyarla sobre la mía.
《¡Mi amor, por favor! ¡Tienes que luchar!》Mi corazón acelerado ha dado un vuelco y provoca que mis esperanzas que no se han ido permanezcan más vivas ahora. Mis lágrimas continúan pero una mezcla de gritos con risas invade mi rostro. Mi nariz también ha comenzado a llorar.
— ¡Max! —Me inclino para darle un beso en su frente. Con ese acto he regresado a la vida y me da el control que necesito para mi respiración. — ¡Max! ¡Tranquilo! ¡Ya casi llegamos! ¡Te van a ayudar!
Que mencione mi nombre hace que mi alma regrese a mi cuerpo. Aunque su voz sonaba débil, sin fuerzas, era capaz de decir algo y con eso la esperanza permanecía en mi cuerpo.
Solo una vez en mi vida había sufrido un miedo inimaginable, un miedo donde preferí que mi vida terminara esa noche debido al dolor y a la vergüenza. Jamás creí que volvería a sufrir ese mismo miedo pero con la diferencia que este es mi presente y el pilar más importante de mi vida era el que estaba sufriendo ese dolor. Este sentimiento es diferente al que sufrí el día que perdí a Adrian y a mi Viktoria. La angustia y la desesperación por saber lo que va a ocurrir en el próximo segundo donde las cosas pueden cambiar para bien o para mal me come la cabeza y altera mis sentidos.
Los caballos avanzan lo más rápido que pueden, correr a una gran velocidad con el peso del carruaje es exhausto para ellos que no están acostumbrados. Mi angustia y mi desesperación por la salud de Max evitan que me pueda percatar del resto del mundo. Mis ojos se concentran en Max y en el camino pero mi cerebro no termina por procesar la información. Mis gritos de espanto no terminan de cesar, pero la mano de Max me ayuda a permanecer dentro de la realidad.
No tengo idea de cuánto tiempo tardamos en llegar al hospital más cercano, mis ojos observan la fachada pero no logra terminar de procesarlo. Mi mente permanece perdida hasta que veo muchas cosas suceder a mí alrededor que me terminan confundiendo más. Muchas personas se aglomeran a nuestro alrededor y otras intentan subir al carruaje con nosotros. Me asusto al ver como los guardias imperiales portan armas de gran calibre, no solo me asusta la idea de que puedan lastimar a Max nuevamente sino que también ahora también me toque a mí. Mi cuerpo se mantiene alerta y decido agachar mi cabeza para cuidar y ver por Max. Sus ojos se desvanecieron, la esperanza que vivía cuando pronunció mi nombre ha desaparecido. Mis ojos no dejan de derramar lágrimas de preocupación y retiro mis manos de su pecho para llevarlas a su rostro, quiero ser delicada con él pero solo logro manchar sus mejillas con su sangre.
— ¡Señora! ¡¿Cómo está?! ¡¿Cómo está?! —Escucho cerca de mi oreja, una sensación extraña
Entro en pánico cuando siento varias manos sujetarme por los brazos y los hombros, intento alejarlos y defendernos a ambos pero me mantienen en mi lugar con una fuerza mayor a la mía. Mis oídos dejan de zumbar, mi cabeza quiere explotar y los latidos en mi pecho no los puedo controlar. En cuanto veo como hay personas que sujetan a Max para alejarlo de mí es que quiero luchar todavía más.
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The Crown
Historical FictionYo no quería una corona, una que implicaba muchos cambios y mucho sacrificio en mi vida. Esa corona no me hizo tan infeliz cuando estaba con el amor de mi vida, pero cuando regresaba a la realidad, todo era una pesadilla y a cada segundo, desde que...