Los nervios me invaden por completo. El aire que entra por la ventana me permite respirar profundamente pero no es suficiente. Jamás había asistido a un evento de esta clase y no sé cómo debo comportarme con exactitud y lo peor es que estoy nerviosa de tan solo pensar en Max.
La señora que arregla mi cabello es talentosa, su creatividad le ha permitido añadir unas rosas rojas que he recibido esta noche de Max. Estoy encantada con sus atenciones y sus obsequios y quiero que él se dé cuenta de ello está noche.
— ¡Es hora, Alex! —Sam entra a la habitación con un gran alboroto por lo que llama la atención de todos. —Prepárate para ir a un viaje en el tiempo hacia el siglo XIX.
Puedo ver su imagen en el espejo. Su vestido es igual de voluminoso que el mío pero el color champagne y los tocados en su escote le permiten resaltar su cuello y por lo tanto su peinado. Está preparándose para el gran baile porque no deja de moverse mientras su mano sostiene la máscara que esconde adecuadamente su rostro.
En cuanto terminan de dar los últimos toques a mi peinado y me ayudan con la joyería que Max nos ha prestado para este evento es que siento el peso en mi cabeza y una gran presión en mi pecho. La sonrisa de la señora se refleja en el espejo, resulta ser su señal para dar por terminado su trabajo así que decido poner en práctica el poco alemán que he aprendido en las últimas semanas agradeciéndole. Su sonrisa, que es más grande que la anterior, me satisface.
No estoy segura de cómo me veré por completo, tengo miedo de lo que diga el espejo pero aquella vocecita valiente de mi cabeza me anima a levantarme de mi asiento y dirigirse al espejo de cuerpo entero. Una bata negra de seda cubre el vestido y en cuanto Sam se da cuenta que lo pienso demasiado es ella la que me la retira para observar mi vestido.
Ha retirado la máscara de su rostro que lo dice todo detrás de mí. Está estupefacta y para poder creer lo que está por suceder necesito seguir viendo su reacción.
—Alex... si lo que quieres es dejar a Max anonadado entonces créeme —Mi antifaz permanece en la cama hasta que Sam lo toma y se decide a sujetarlo sobre mi rostro. —, lo vas a lograr.
Sorpresivamente me encanta la imagen del espejo. No suelo usar mucho el rojo aunque mucha gente diga que me es muy afín. Es un color vivo que llama mucho la atención y a decir verdad no me importa la opinión de los otros invitados. Me importa la opinión de una sola persona y ansío ver su reacción en muy poco tiempo.
— ¡Luces estupenda Alex! —Apoya su mentón en mi hombro descubierto. Pareciera que el mejor sentido de Sam es el olfato porque siempre sabe cuándo estoy dudando de algo. —No sé qué sucedió hoy en su paseo a caballo y no pienso preguntártelo pero me alegra verte así.
《¿Cómo es que me veo?》 Me cuestiono por la Samantha que tengo detrás, porque ella siempre quiere tener los detalles de todo lo que sucede.
— ¿Cómo? ¿No piensas preguntar nada? —Mi voz es juguetona.
—No. —Responde firmemente, algo que pocas veces ha ocurrido en todos los años que llevamos de conocernos. —Porque lo que sea que esté sucediendo o lo que estés sintiendo me ha permitido volver a ver a mi mejor amiga. No tenías esa emoción brotando en tus ojos desde hacía tiempo.
No soy capaz de ver mi sonrisa delatadora en el espejo. Intento recordar la última vez donde me emocioné tanto por algo o alguien que logré acelerar mi corazón como pocas veces lo ha hecho. Sin embargo, recordar a esa persona es recordar todo el dolor que me trajo.
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The Crown
Tarihi KurguYo no quería una corona, una que implicaba muchos cambios y mucho sacrificio en mi vida. Esa corona no me hizo tan infeliz cuando estaba con el amor de mi vida, pero cuando regresaba a la realidad, todo era una pesadilla y a cada segundo, desde que...