Capítulo 14: Piénsalo

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Cuando lo veo descender de las escaleras del avión, siento como mi corazón vuelve a nacer. Cada vez que lo veo, vuelve a nacer y mi amor por él se multiplica. Me observa mientras va bajando y cuando lo hace acelera al bajar y ambos nos apresuramos para estar cerca el uno del otro. Nuestros cuerpos se unen en un abrazo que pareciera que nunca nos hemos dado. Rodeo su cuerpo con mis brazos todo lo que puedo y el me sujeta hasta cargarme de felicidad. El beso que recibo de él es como una nueva señal, una señal de que lo nuestros corazones siguen latiendo el uno por el otro.

 El beso que recibo de él es como una nueva señal, una señal de que lo nuestros corazones siguen latiendo el uno por el otro

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-¡Alex! que bueno que estas bien.

Ambos sujetamos el rostro del otro, como si no lo hubiéramos visto hace tan solo unas horas, pero para nosotros en realidad significa como una eterna realidad.

-¡Me alegra que estés aquí! aunque sea solo por 1 día.

Que decidiera alejarse de todos y descansar es bueno para él, pero que decidiera descansar a mi lado es aún mejor, porque es también como un descanso para mí. Los únicos momentos que no quiero olvidar son junto a él.

-Estoy muy feliz de verte. -Sus labios se juntan a los míos con una desesperación grande, es la desesperación que tenemos siempre que nos podemos volver a ver en persona. -Te extrañe tanto.

-Yo también te extrañe. -Aunque el frío y el viento azotan duro contra nosotros, no me separo de Max, al contrario, no dejo de abrazarlo y de oler su aroma a pesar de las condiciones. -No pasa un segundo que no te extrañe. Me alegra que vinieras a descansar aunque sea por un día.

Su mirada se centra en mis ojos y su mano en mi mejilla. Pero cuando me sonríe ante mi comentario me hace pensar que por fin volverá a ser mi Max.

-Claro.

Ambos vamos en camino al departamento que adquirió Max hace dos años y medio, cuando me visitó por primera vez. Después de que conociera a mis padres, no quisimos arriesgarnos y ahora solo nos vemos allí cuando él viene. Es el único lugar donde puedo estar con él, sola, sin mentiras, sin máscaras... sin ocultar la verdad.

~♡~

La noche es fría y a esta gran altura logramos ver las luces que iluminan la ciudad. Pero cuando Max llega y me rodea el cuerpo desde mi espalda, yo recargo mi cabeza en su pecho.

-No podría estar en otro lugar, no podría elegir una mejor compañía que la tuya.

Me acercó aún más a él. Me gustaría poder estar solo con él y que no existiera nadie más.

A veces pienso en muchas cosas, pero las preguntas que más se me vienen a la cabeza me llevan a un sin fin de caminos y de posibles resultados, ¿Qué sería de nosotros si Max no fuera emperador? ¿Qué sería de nosotros si la distancia no nos separara? o... ¿Qué sería de mí si yo no lo hubiera conocido? Definitivamente no me puedo imaginar como habrían sido estos últimos tres años. Tal vez pude haber conocido a otra persona que me hiciera feliz, alguien que no tuviera problemas en verme por su trabajo, por quien es, pero estoy segura de que después de que Max me besara esa noche... nada volvería a ser igual y sin embargo, siempre estoy a la deriva de saber que me puede esperar con él. Por supuesto que ya ha pasado tiempo pero estoy consiente de que le exigen muchas cosas en su trabajo y la realidad es que muchas de esas familias dejan a un lado quienes son en realidad, para convertirse en un modelo a seguir, alguien que no comete errores... buscan ser perfectos. Pero le agradezco a la vida el poner a Max en mi camino, tal vez nuestras vidas serían totalmente distintas, pero si esa vida no me diera la felicidad que estoy sintiendo ahora por estar con Max, entonces agradezco no conocerla.

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