C.16 [Parte II]

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Capítulo 16. [Parte II]

A la mañana siguiente amanezco con una sonrisa estúpida y enamorada en la cara. No me he podido quedar en el apartamento de Harry porque mi padre me ha llamado avisándome que unos días se irá a Ohio. Las cosas están pasando muy rápido. Hace unos días me ha dicho que se iría a Ohio en unas semanas, y ahora en unos días se va. ¡Qué triste es todo! No es que no esté feliz por esta nueva oportunidad que a mi padre se le ha presentado. Siempre he pensado que él es el hombre más listo, inteligente y analítico de todo el planeta tierra. Y aún lo sigo creyendo, créanme. Sólo que ahora que me doy cuenta que, por ser todo eso se me irá. Se me va y no sé qué hacer.

Por Dios, ¡tengo 18 años! No estoy en la universidad, no estudio nada, sólo juego fútbol… ¿qué voy a hacer? Tengo miedo, tengo mucho miedo. Tal vez tengo que obedecerle a mi padre, a Sasha y a Tanisha por todo lo que me han dicho últimamente. Pero ellos tal vez deban tratar de entenderme. Al jugar fútbol me siento libre, me siento feliz. Siento que nada más ocurre a mi alrededor. Sólo soy yo y el balón y sí, puede que suene estúpido, pero así es como me siento. No quiero dejar de hacerlo por ahora, porque al momento en el que en realidad deba dejarlo no podré hacerlo más. La vida es solo una, ¿entienden? La vida viene y se va y nunca más vuelve, así que debo vivir el momento porque la vida es sólo una.

Me levanto de la cama luego de media hora de pensar en todas estas cosas.  Me dirijo al baño y me doy una larga ducha en donde también pienso y pienso sobre qué hacer con mi futuro. Lo bueno de todo esto es que estaré con el hombre que más quiero y adoro en este mundo. Lo malo de esto es que estaré lejos del mejor papá del mundo. Las cosas son muy tristes para mí actualmente, pero no puedo hacer nada. Sólo sonreír y mirar las cosas con un buen punto de vista.

Salgo del baño, me pongo un short blanco de encaje y un top negro. Me hago una coleta de caballo, agarro un bolso y meto todo lo que vaya a necesitar en el transcurrir del día. Harry me ha llamado con “urgencia” para que vaya a su departamento, fue muy específico al decirme que me pusiera bonita y elegante, así que he tratado de verme así, más o menos. Salgo de casa en dirección al apartamento de mi novio.

Al llegar me encuentro a un Harry muy ajetreado y ocupado. Es la primera vez que lo veo en este estado. Es un chico muy aseado, pero nunca ha estado tan enfocado en mantener su casa en orden. Lo observo mientras barre el piso, luego lo trapea, luego friega los trastes y luego limpia el baño. Es muy extraño verlo en este estado, para decir la verdad, pero decido no pensar más porque ya he pensado demasiado y camino en dirección al sofá, me siento y veo algo de televisión.

Media hora después Harry está en lo mismo. Ahora está cocinando espaguetis, lo cual es muy extraño. Usualmente cuando yo estoy en  su casa siempre pedimos comida a domicilio, pero al parecer hoy ha querido hacer un cambio. Entonces, sacándome de mis pensamientos que anteriormente estaban enfocados en Junior Masterchef, me dice.

-Amor, ¿puedo hacerte una pregunta? –dice, yo me doy la vuelta y asiento, mirándolo.

-Claro, la que sea. –digo, observándolo.

-¿Qué tal te comportas con personas que no conozcas? –pregunta, yo frunzo el ceño y ladeo la cabeza.

-¿Qué? No entiendo, amor. –digo, confundida.

-Supongamos que te llevo a un restaurante y nos encontramos a un viejo amigo mío, ¿cómo te comportarías con él?

-No lo sé amor, me denomino una persona muy culta y respetuosa, pero no lo sé. Usualmente no les pregunto a las personas que recién conozco “cómo me comporté cuándo te conocí”, Harry…no entiendo a qué viene esa pregunta, cariño.

-No es nada, amor. Sólo preguntada, curiosidad. –dice, concentrándose devuelta en la comida.

Aún con el ceño fruncido vuelvo mi mirada a la televisión, tratando de concentrarme en ella. Intento en no preguntarme a mí misma a qué se refería Harry, porque no quiero llenarme la cabeza de más pensamientos. Suficiente he tenido esta mañana en mi habitación.

Quince minutos después la comida está lista. Huele delicioso e instantáneamente mi apetito se abre y ya quiero comer. Me levanto en dirección a la cocina a servirme un plato cuando Harry, con un trapo en mano, me detiene.

-Aún no puedes comer, amor. –dice.

-¿Qué? ¿Por qué no? –pregunto, confundida.

-Aún no, ¿sí? Luego te explico. –dice, plantando un beso en mi frente y siguiendo arreglando.

Yo solo lo observo preguntándome qué demonios me está ocultado. Decido obedecer y hacer lo que él quiera cuándo él quiera. 

No puedo esperar más. Me estoy muriendo de hambre, van a ser las seis de la tarde y aún no he comido nada porque Harry se empeña en comer más luego. ¡No entiendo por qué! Me estoy muriendo de hambre y no puedo comer nada porque él lo quiere así, no es justo.

-¡Harry, por favor! –exclamo al tratar por cuarta vez de servirme un

plato de comida.

-Amor, por favor. Te he dicho que esperes. –dice, agarrando mis manos.

-Me has dicho lo mismo las últimas dos horas, Harry. Me estoy muriendo aquí donde estoy.

-Por favor, te prometo que…

Entonces el sonido del timbre de la puerta del apartamento de Harry interrumpe nuestra pequeña discusión. Ambos movemos nuestras cabezas hacia la puerta.

-¿Quién es? –pregunto, él sólo me mira…como pidiéndome disculpas de no haberme dicho algo.

"Mi chica del Fútbol" CANCELADA TEMPORALMENTE |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora