C.11 [Parte III]

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 Cuando me separo de él lo miro a los ojos, en busca de alguna explicación. Quisiera preguntarle muchas cosas, un millón de cosas, pero no sé por dónde empezar.

 -Harry…yo… -empiezo a decir, pero él me calla.

-No tengo novia, _____________, no he tenido desde que lo nuestro acabó. No he podido, he tratado, pero no he podido. Tú eres única para mí, cariño. No hay nadie más que tú, tú eres lo que yo siempre he querido, y lo que durante un tiempo tuve, pero perdí por idiota…

-No, no Harry. Yo te perdí, fui yo, solamente yo. Yo no supe apreciar lo que tenía y te negué a la primera propuesta, sé que estuvo mal y… -los ojos se me empezaban a llenar de lágrimas.

-No, ___________, por favor no llores, ¿sí?  Estos meses han sido un infierno para mí. No has estado conmigo, y eso era lo único que necesitaba. Te necesitaba a ti, de tu compañía. Y te perdí, o me perdiste, cualquiera de las dos.

 Su mirada baja lentamente a mi rodilla derecha, mi fractura que me hice hace unos meses atrás.

 -No estuve allí cuando más me necesitabas, ____________...lo siento. –me dice, puedo sentir el dolor en su voz, pero más en su mirada.

-No te preocupes, Harry…no ha sido nada. –digo, él finge una mirada- ¿Quieres entrar? –pregunto y él asiente.

 Cuando entramos  nos dirigimos a mi habitación. Vamos más lento por mi rodilla, él me pregunta si quiero que me cargue y respondo que no, yo puedo hacerlo. Cuando ya estamos en mi habitación la pizza está aún abierta y sin terminar de comer.

 -¿Es la pizza que te compró Zayn? –pregunta, yo asiento…espera, ¿cómo sabe su nombre?

-¿Cómo sabías que ese era su nombre? –pregunto, él se pone nervioso.

-He…he estado investigando, si se podría decir así. –responde, yo achino los ojos.

-Harry Edward Styles, ¿¡qué has hecho!?

-Nada grave, amor.

-¿Cómo? –pregunta.

-Pues, fácil. Eh…

-Dime la verdad, Harry. –pido, necesito saberla.

-Deberías cerrar las ventanas de tu cuarto en la noche. –dice, metiendo sus manos en sus bolsillos.

-¡¡Entraste a mi cuarto!! –exclamo, sorprendida. ¡No puede ser!

-No ha sido para nada malo, te lo juro. Estaba furioso y lleno de celos, _____________. Quería saber quién era ese idiota con el que me estabas cambiando, y entonces…pasó. Los celos me cegaron, cariño. Lo juro.

-¿Cuándo, Harry, cuándo? –pregunté, él aclaró la garganta.

-Anoche. –dice, apenas audible.

-¡Ay, por Dios! –exclamo, ahora más fuerte- No me lo puedo creer, Harry. Comprendo que estés celoso, ¿sí? Pero es inaceptable que entres a mi habitación, en la noche. ¡Es inaceptable!

-¿No lo harías tú? –preguntó, entonces callé- ¿Ves? Sí lo harías, créeme, amor. Si hablamos de celos, estamos empate.

-¿Me viste en ropa interior? –pregunto, él pone cara de coqueto y yo me pongo roja como un tomate. ¿Por qué pregunté aquello?

-Gracias a Dios, sí. –dice, sonriendo.

-Siéntate y come. –le pido, el niega con la cabeza.

-No comeré algo que ese idiota haya tocado. –dice, yo sonrío por dentro.

-Nunca comió de la pizza, apenas te vi empecé a marearme y él me la regaló, he sido yo la única que la ha probado.

-¿Te mareaste cuando me viste? –pregunta, yo asiento.

-Sí, era la segunda vez que te veía y ya todo se me hacía muy extraño.

-Debo decirte que la segunda vez que me viste… -dice, agarra un pedazo de pizza- fue a propósito.

-¿Enserio? –pregunto y él asiente- ¿Y la primera, cuando estabas con esa chica…?

-Demi… -me dice, yo asiento- no, no fue a propósito. Le estaba enseñando la ciudad.

 Quiero preguntarle algo, pero decido morderme la lengua. No sé, tal vez la pregunta le moleste o le cause desagrado. No, no lo haré. Pero la curiosidad me mata, así que pregunto:

 -¿Por qué estaban agarrados de las manos? –él me mira, sorprendido por la pregunta.

-________________, Demi es mi mejor amiga. –responde.

-¿Y? Yo también tengo mejores amigos y con ellos no me agarro de las manos. –la víbora que hay en mí reacciona, cállate.

-Somos mejores amigos, siempre lo hemos sido, cariño. No es raro.

-Para mí sí lo fue, raro, extraño, desagradable y sobre todo doloroso. Digo, ¿qué pensarías tú si me ves agarrada de la mano con un chavo, eh?

-Pues… -empieza a hablar- estaría muy celoso, claro. Pero por eso no saco conclusiones.

-Pues me parece que al verme con Zayn sí sacaste conclusiones, y muchas.

-Eso ya es otra cosa, ________________.

-Me parece que no, me parece que estamos básicamente sobre la misma rama. Me viste con Zayn, pensaste que era mi novio.

-No fue así.

-Entonces, ¿entraste a mi cuarto por nada?

-No…yo.

-Querías saber quién era el tipo con el que yo estaba, por eso lo hiciste, husmeaste mi teléfono y buscaste en los contactos recién agregados. Lo sabías todo, Harry. ¿Por qué? Porque sacaste conclusiones. –digo, sonriéndole, adoro ponerme en plan abogada.

-Vale, vale. Tienes razón. Tal vez sí llegué a un punto en donde saco muchas conclusiones, pero solo sucede cuando la situación lo necesite.

-¿Y aquella situación lo necesitó? –pregunto, coqueta.

-Claro que sí, cariño. Digo, no podía quedarme de brazos cruzados, esperando volver a verte con ese tipo.

 Me quedo callada, esto es increíble. No puedo creer que Harry haya hecho eso. Más al saber que lo hizo por mí.

 No puedo evitar sonreír. Sabía que Harry era un loco, pero no a tanto grado. Yo ni en mis momentos más locos subiría por una ventana y entraría a una habitación de alguien, más sabiendo que su padre puede que esté allí. Pero, no voy a mentir. Saber que Harry hizo todo eso por mí me alegra…me alegra y emociona en sobre manera 

"Mi chica del Fútbol" CANCELADA TEMPORALMENTE |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora